30 de diciembre de 2005

Modorra cinéfila



Últimamente me pasa como a mi querido perro Max (sí, el de la foto. ¿Es mono verdad?). Me duermo en casi todas las películas que veo en salas de cine (él sin embargo solo se soba viendo DVDs). No suele ser una cabezada muy larga, y normalmente (y afortunadamente) es al principio de las películas (excepto en "Broken Flowers", en que la "pájara" me dio al final, una putada). ¿Me estaré convirtiendo en un auténtico crítico de cine?
No sé, pero esta costumbre empieza a ser preocupante. Que me pase en bodrios como "7 espadas" es de lo más normal (y saludable), pero hay otras pelis mucho mejores en las que no he conseguido evitar la dichosa siesta... Incluso en algo tan movido como King Kong no pude reprimirla (en el pasaje del barco, por suerte). Hoy mismamente he hecho doblete: por la mañana en el Icaria viendo la aceptable "The Jacket", y por la tarde en el Verdi con la correcta "Irene". El último largometraje que recuerde haber visto íntegro es "Los 2 lados de la cama", que curiosamente patrocina ¡una marca de colchones! Pero es que no pude parar de reírme...

PD: Creo que ha quedado más que claro que todo este discurso (cierto, no obstante) era una excusa baratísima para sacar una foto de Max, ¿no?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias, Hugo.
¿Y si te acostaras antes de las 4 de la madrugada?

Anónimo dijo...

Max, no Maxg...

Anónimo dijo...

Cuando tenga insomnio, Max, le pone.... la ya comentada Sin City!!!! O Batman Begins!
Remedio infalible.