26 de octubre de 2010

Guns N' Roses: profesional, muy profesional

He leído un par de críticas de El Periódico y El País sobre el concierto del pasado sábado de Guns N' Roses en Badalona. En ambas no salen demasiado bien parados (especialmente en la de Luis Hidalgo, pero eso era de prever). Dejemos las cosas claras: todo el mundo sabe que los actuales Guns son más bien la Axl Rose Band. Pero los ¡siete! mercenarios que acompañan al jefe son ante todo músicos. De acuerdo, serán unos subordinados, unos asalariados, pero también son unos músicos muy competentes.
Habrá quien se eche las manos a la cabeza diciendo que es un grupo sin alma. Puede que tengan razón, pero también es cierto que, a nivel musical, la actuación fue impecable. Será todo lo programada que quieran, no hay ninguna concesión a la espontaneidad ni al caos de antaño, sí. Pero no se puede decir que sonaran mal. Al contrario: los guitarristas Richard Fortus, Ron Thal 'Bumblefoot' y DJ Ashba replicaron a la perfección los solos de Slash (que no su carisma, claro). Pese a sus irritantes posturitas, musicalmente cumplieron, que es lo que importa.
También se ha insistido, en ambas críticas de los diarios ya mencionados, que la voz de Axl estaba bajo mínimos. No estoy de acuerdo. Quizás no estaba pletórico, vale, pero tampoco cantó tan mal. Aún se defiende muy bien. Otra cosa son sus constantes cambios de vestuario (americanas -a cada cual más hortera-, camisetas, camisas y sombreros), más propios de una diva del pop...
En cuanto al repertorio, nada nuevo: la mitad dedicado al "Appetite" y la mitad al "Chinese Democracy", así como sus habituales versiones de "Live and let die" (brillante), "Knockin on heaven's door" (muy alargada en plan reggae, pero siempre efectiva) y, novedad, "Whole lotta Rosie" de AC/DC (yo hubiese preferido el "Mama kin" de Aerosmith, ya puestos). Lógicamente, en los temas del "Chinese", la tensión bajó enteros, pero sonaron bien (otra cosa es su calidad). Tampoco faltaron un par de temas del "Use your illusion" ("Don't cry" y una magnífica "You could be mine").
También me sobraron los largos solos de los guitarristas, a todas luces innecesarios.
Pero en definitiva, fue un show largo, de dos horas y medias, y, ¡sorpresa!, sin retrasos: empezaron a las 22h15 (yo iba preparado para lo peor...). En resumen, una notable actuación de Axl y acólitos que sirivió para recordar tiempos mucho mejores.
Por cierto, el telonero Sebastian Bach (ex vocalista de los imprescindibles Skid Row) estuvo fabuloso.