28 de febrero de 2008

"Mad men", una nueva serie imprescindible


Muy pocos la conocerán, pero "Mad men" ha sido la ganadora de los pasados globos de oro en la categoría de mejor serie dramática, y su actor principal, John Hamm, también se hizo con la estatuilla al mejor intérprete. Éste interpreta a Donald Draper, un ejecutivo de una agencia de publicidad en el Nueva York de 1960. La serie muestra su vida profesional (los entresijos de las campañas publicitarias y las relaciones con sus subordinados) y su vida familiar (así como sus escarceos extramatrimoniales). Además de la estupenda ambientación, lo más divertido es ver como en esa época todo el mundo fumaba a todas horas y en todos sitios (incluso en plena consulta del ginecólogo). También se muestra el escaso papel que tenía la mujer en el mundo laboral (relegada básicamente a secretaria, con muy puntuales excepciones) y se aborda sin tapujos las constantes infidelidades de estos "hombres locos" (los ejecutivos publicitarios) con sus queridas. De momento la primera temporada cuenta con trece episodios (que yo sepa, no se emiten todavía aquí, o sea que hay que poner a trabajar la mula...), pero se prepara ya la segunda. De lo más recomendable.

Parecidos razonables


La portada del cuarto y nuevo disco de los marcianos The Mars Volta (que tocan este sábado en Razzmatazz con entradas agotadas, y a los que entrevistaré esa misma tarde) me ha recordado a la ciudad de Damasco del videojuego "Assassin's creed", que finalmente me compré el pasado martes. La verdad es que éste gráficamente es espectacular, y de momento no es demasiado difícil para mi exiguo nivel... Incluye un tutorial muy detallado, y en lo que más me pierdo es en la orientación por las intrincadas calles de las diversas ciudades (he visitado tres, y me falta todavía Jerusalén). También están muy conseguidos los pasajes a caballo, que comunican las distintas urbes. Me esperan largas horas de diversión...

Conexiones palahniukescas


El tercer libro de Chuck Palahniuk, "Monstruos invisibles", me ha sorprendido gratamente, pues rompe radicalmente con los dos anteriores, "El club de la lucha" y "Superviviente". Estos, pese a sus distintas temáticas, se asemejan bastante en su estructura.
En cambio en "Monstruos invisibles", la narración está totalmente fragmentada, cosa que molesta en un principio, pero que al final se revela excelente, con una cuadratura perfecta del círculo (en la que nadie es lo que parece y todos mienten). Su historia, la de una modelo desfigurada por un accidente que conoce a un transexual y emprende un viaje con éste, me recuerda enormemente al discurso crítico sobre el culto a la belleza de "Nip Tuck", una de mis series favoritas.
Por otro lado, el predicador alucinado de la muy notable "Pozos de ambición" también me ha recordado al protagonista de "Superviviente", es decir un mero impostor que se ve atrapado en su papel para conseguir nuevamente fama y dinero.

26 de febrero de 2008

Playstation 3: vuelta a las andadas


Llevaba bastantes meses sin tocar las consolas de videojuegos (exceptuando la ocasional visita de algún amigo, en la que hacíamos algunas partidas de fútbol). Y finalmente he recaído. Me he hecho con la Playstation 3, la consola más potente del mercado y con más potencial de futuro. La razón de optar por Sony en detrimento de la XBox 360 de Microsoft ha sido simple: no es porque la PS3 incluya el triunfador BluRay, sino porque el mejor videojuego de la historia, "Metal Gear Solid 4", aparecerá exclusivamente en esta plataforma de aquí a unos meses.
Para amenizar la espera, he comprado dos títulos excelentes. El shooter en primera persona "Call of Duty 4", y el arcade más adictivo de coches, "Burnout Paradise". El primero de ellos es sencillamente el mejor y más realista juego de guerra creado hasta ahora. Además, la acción transcurre en la actualidad y no en la manida Segunda Guerra Mundial. En algunas misiones somos un marine norteamericano en Irak, y en otras un soldado británico infiltrado en tierras rusas. El nivel de gráficos es impresionante, y la sensación de estar inmerso en medio del conflicto bélico constante, especialmente en las partes de Oriente Medio. Además, la variedad de misiones es considerable, y en ocasiones tendremos que disparar desde un helicóptero en vez de hacerlo desde tierra. Una auténtica maravilla.


Por su lado, el "Burnout Paradise" no me impresionó tanto porque ya disponía de sus dos predecesores en su versión XBox. La gran novedad es que en esta ocasión disponemos de total libertad para circular por una inmensa ciudad, Paradise City (no falta el clásico de Guns N' Roses, por descontado), a la vez que optamos por realizar todo tipo de pruebas y carreras. También es cierto que a veces este hecho complica un poco las cosas, porque para llegar a la meta no hay un recorrido establecido sino que podemos optar por la ruta que queramos. El problema viene cuando consultas de reojo el mapa... y te la pegas por no mirar la carretera. Y hablando de accidentes, también es divertidísima la modalidad "espectáculo", en la que tienes que chocar contra el máximo de coches posibles mientras vas dando vueltas de campana. La saga Burnout es ante todo diversión y velocidad, dejando de lado los aspectos más realistas y técnicos. Y eso es lo que me gusta de ella. Los gráficos siguen siendo magníficos y la jugabilidad total.
Ya pienso en mi próxima adquisición, uno de los juegos revelación de la temporada, que ha recibido innumerables elogios: "Assassin's creed". Ambientado en las cruzadas, se ve que resulta un portento gráfico. Continuará...

22 de febrero de 2008

El repaso de Solbes a Pizarro


En mi opinión, y pese a contar con un ojo permanentemente cerrado, el claro vencedor del debate de anoche ha sido Solbes, que ha puesto en evidencia al aprendiz de Pizarro. Solbes parecía en todo momento estar dando una clase maestra a su adversario.
Incluso el resultado de la encuesta posterior al mismo da como vencedor a Solbes, aunque lógicamente los periódicos de derecha dirán que Pizarro se ha impuesto...
Veremos que pasa el próximo lunes entre Zapatero y Rajoy, pero de momento las cosas pintan bien para los socialistas.

19 de febrero de 2008

Preguntas sin respuesta: la puta ley de Murphy

¿Por qué a la pobre correctora de Benzina le coje una infección y le dan la baja a dos días del cierre?
¿Por qué el conseller de economía Castells se equivocó de 800 millones en su presupuesto del año pasado? Este "pequeño" detalle ha propiciado que todavía no se hayan ingresado unas subvenciones, pendientes de pago desde el verano pasado y vitales para la supervivencia de la revista.
Aparte de la incesante desbandada de colaboradores (por retraso en los pagos), si conseguimos cerrar el próximo número de marzo a tiempo será un auténtico milagro...
¿Y por qué a estas alturas todavía no hemos cobrado la nómina de enero? Si el jueves me la ingresan finalmente, al día siguiente me compro la Playstation 3 para celebrarlo...

15 de febrero de 2008

Gallina de piel...


Ojalá estuviéramos a 22 de mayo, snif...

5 de febrero de 2008

Down y Nick Cave, dos platos muy fuertes



Los próximos 24 y 25 de abril asistiré a dos de los conciertos más esperados por un servidor en mucho tiempo. Abrirá el fuego Down, el supergrupo liderado por el ex-Pantera Phil Anselmo. Su demoledor rock pantanoso seguro que incendiará el Apolo. Es la primera vez que pisan estas tierras y se augura un lleno arrollador.
Un día después, el predicador australiano aterriza nada menos que en el Razzmatazz, para presentar su próximo álbum "Dig, Lazarus, Dig!!!". Será la primera vez que lo veré, y tengo muchas ganas. Por eso ya me he pillado la entrada, pues seguro que vuelan...

Monstruoso mareo


Lo mejor de "Monstruoso" es su cartel. Esta película de terror, que se apunta a la moda de utilizar la cámara subjetiva (como "REC" o "El proyecto de la bruja de Blair"), sin embargo tiene un mal endémico, que la hunde irremisiblemente: es la primera vez en toda mi vida (30 años desde que pisé mi primer cine) que salgo realmente mareado de la sala. Y no es broma. La maldita cámara no deja de moverse en sus 75 minutos (menos mal que es corta, aunque se hace eterna). No tengo nada en contra del uso de este tipo de cámara al hombro, pero al menos el director hubiera podido tener algo de consideración con sus espectadores. Simplemente, el continuo y frenético movimiento me ha llegado a desquiciar y a distanciarme de la historia (por otro lado repleta de tópicos). Su antítesis es un film como "REC", que se disfruta de principio a fin, y en el que no sufrimos constantemente como aquí. En serio, creo que "Monstruoso" no es una película para ver en pantalla grande (y si lo hacéis, sentaros en la última fila. Yo que me he puesto en el medio lo he pasado fatal). Tan solo una escena, la del túnel, me ha puesto los pelos como escarpias (o la gallina de piel, que diría Cruyff). Y eso que no le llega ni a la suela del zapato de la tensión creada en la cinta de Balagueró y Plaza...
Estáis avisados.

El mejor capítulo de "Scrubs"


Voy ya por la sexta y penúltima temporada de "Scrubs", y acabo de ver el que considero el mejor capítulo hasta la fecha de esta gran serie cómica. Es el sexto de dicha temporada, y se llama "My musical". Una de las pacientes del hospital solo escucha a los doctores cantar en vez de hablar, y esa es la excusa para que dicho episodio se convierta en un genial musical estilo Broadway (hablando de musicales, tengo muchas ganas de ver "Sweeney Todd" de Tim Burton, que se estrena el próximo día 15).
Curiosamente, el siguiente episodio también es excelente, y en él se debate la guerra de Irak, en una ocasión inédita pues dicha serie no suele tratar temas más serios o polémicos, aparte de las muertes de los pacientes que aparecen en ella...
La verdad es que después de su brillante primera temporada, "Scrubs" tiene serios altibajos. La calidad de sus episodios es muy variable, y muchas veces la gracia depende de sus numerosos actores invitados. Pero en esta sexta temporada parece que los guionistas se lo han tomado más en serio (quizás porque el fin se encuentra próximo) y de momento va por muy buen camino (nuevos temas como la paternidad también dan para un enfoque más serio y menos frívolo).

4 de febrero de 2008

Gloriosos sabados


Durante dos meses, preveo que mis sábados van a ser gloriosos. La razón es muy sencilla. Esos serán los días en los que - si nada se tuerce- se me irán descargando los nuevos episodios de "Perdidos". La cuarta temporada, que se inició el pasado jueves 31 en Estados Unidos (madrugada del viernes aquí) ha empezado de forma sensacional. Tranquilos, no diré ni mu. Pero si el final de la tercera fue para quitarse el sombrero, al menos el primer episodio de la nueva temporada no le va a la zaga. La lástima es que, debido a la maldita huelga de guionista (que afortunadamente, parece que se arreglará en breve), la temporada será breve, demasiado breve (8 miserables capítulos). Pero bastarán para hacerme esperar con ansiedad cada sábado de los próximos dos meses. Afortunadamente, no soy el único que sufre semejante síndrome de dependencia compulsivo-obsesiva a esta adictiva serie (numerosos amigos y lectores de este blog se encuentra en la misma crítica situación que un servidor). Y por ello nada más reconfortante que comentar la jugada tras cada episodio, a la par que elaborar nuevas e intrincadas teorías sobre los derroteros que tomará la que ya es por méritos propios la mejor serie de la historia de la televisión.

Rambo, festival de casqueria de serie B


Reconozco que esperaba más, mucho más, de una saga que empezó de manera sublime y, película a película, fue degenerando a velocidad de crucero (a la par que los muertos en cada una crecían exponencialmente). Si "Acorralado" era una notable cinta de acción, y su secuela, pese a sus repetidas fantasmadas, no le andaba a la zaga, con "Rambo III" ya empezó la decadencia (que ironía hoy en día: el machito Rambo luchando codo con codo con los talibanes...). Y ahora, con la cuarta (y última) entrega, Sylvester Stallone, que también se encarga de dirigir el engendro, resucita a uno de sus personajes clave de su carrera (con el otro, Rocky, tuvo más suerte, en su reaparición del año pasado), pero desde los primeros minutos queda meridianamente claro que no tiene nada que decir. El guión de "John Rambo" es simplemente de encefalograma plano. Y no es que los anteriores fueran un prodigio de las letras, pero al menos había una mínima trama. Aquí no. Bueno sí. Se resume así: Rambo recoje en Tailandia a unos misioneros y los remonta río arriba hacia Birmania. Regresa. Y vuelve de nuevo, junto con unos mercenarios para rescatar a los misioneros, secuestrados por los crueles militares birmanos (el nuevo enemigo). Y claro, pese a que los profesionales de la guerra le dicen que se quede guardando el barco, Rambo no les hace ni puñetero caso, desenpolva su flamante arco, y empieza a liarla, aniquilando a cientos de malos. Y se acabó.
Algunos dirán que para una peli de acción no hace falta más. El problema es la estética cutronga del conjunto (14 millones de dólares no es lo que se dice una superproducción), y la devoción total de Stallone por la ultraviolencia más desbocada y gore (parecida a la de Mel Gibson, pese a que éste es capaz de realizar cintas notables a la par que salvajes, como "Apocalypto"). Curiosamente, la cinta recuerda en cierta medida a "Holocausto caníbal", por sus pasajes más crudos y estereotipados.
Lo mejor de todo fue contemplar los espectadores que asistieron a la sesión del viernes por la tarde. Un par de personajes siniestros de mediana edad, taimados y con gafas de sol Ray-Ban a lo "Cobra", supongo que fans ultradevotos de Stallone. Y el resto, numerosísimas familias suramericanas acompañadas de su jovencísima prole. Francamente, no creo que sea muy responsable llevar a sus retoños a ver precisamente este film. Por otra parte, clásicos los aplausos cazurros al final de algunas sangrientas matanzas. Me sentí rodeado de retrasados mentales. O de los típicos que no van nunca al cine, solo en casos excepcionales como éste. Y naturalmente, fui el ÚNICO que se quedó hasta el final de los títulos de crédito...

Goyas anticipados por internet

Me encuentro viendo la soporífera ceremonia de los Goya, y en una pausa publicitaria consulto El Periódico en internet. Cual es mi sorpresa al comprobar que ya han publicado todo el palmarés de los premios, cuando en teoría todavía no se ha acabado la entrega! Atónito, consulto otros periódicos (ADN, El País, La Vanguardia) y compruebo que todos ellos han hecho lo mismo!
Deduzco que la información ya se conocía de antemano pero debía estar embargada hasta medianoche. Pero no entiendo como puede ser así, es decir, que todos publiquen un palmarés antes de terminar la dichosa ceremonia... y fastidien la supuesta emoción de la gala. Para eso, ya lo podrían haber publicado tres horas antes y ahorrarme la misma. Alucinante...

PD Acabo de leer en internet que la ceremonia se emite en la tele en falso directo, con media hora de retraso, de ahí la premura de los diarios electrónicos... Pues vaya gracia...