29 de diciembre de 2010

Inocentada inverosímil

Lo del ejército era una inocentada. Aquellos que me conocen seguro que no les ha costado demasiado adivinarlo. No me extraña que no hayan habido comentarios visto el estado de semi abandono en el que se encuentra este blog. A ver si en el 2011 me animo y recupero el impulso escritor.
En mi Facebook, que mantengo mucho más activo (en detrimento del blog) sí que han habido comentarios, pero  la broma no ha colado.
En cambio, en mi otro blog compartido, "Llueven pieles de leopardo", la inocentada sí que ha dado sus frutos...
Feliz año nuevo a todos aquellos que aún leáis esto.

28 de diciembre de 2010

Al ejército

Tras meditarlo mucho, he decidido hacer carrera militar. Es algo que siempre había considerado, pero que nunca me había atrevido a plantearme seriamente. Pues bien, ha llegado la hora. El ejército me espera. Estoy muy ilusionado en esta nueva etapa de mi vida.

13 de noviembre de 2010

Jackass 3D: más bestia, más repulsivo, más Jackass...

Tercera entrega de los descerebrados Johnny Knoxville y compañía. Si ya en Jackass 2 la liaron parda (hay escenas con un crustáceo o con unas sanguijuelas que son realmente ultra-heavies), en esta tercera parte (en 3D, para más inri) ya rompen todo los récords: a un servidor le vinieron arcadas en algunas de las animaladas que cometen, especialmente en la del lavabo portátil (lleno de excrementos) que se eleva por los aires.
Esta cinta vuelve a ser un catálogo de despropósitos: torturas auto-infligidas, putadas varias (como tirar a un pozo a alguien con fobia a los reptiles y echarle tropecientas serpientes enormes encima...), guarrerías asquerosas y saltos imposibles.
Parece mentira que semejantes tipejos tengan financiación para rodar dichas cosas, que más bien son gamberradas adolescentes pasadas de rosca, pero si no tuvieran audiencia supongo que no se rodarían...
En fin, me reí menos que en veces anteriores, pero reconozco que, asquerosidades aparte, tiene morbo el ver cómo se autolesionan semejantes majaderos.
Veremos que nos depara la cuarta entrega, porque seguro que habrá una...

The Zombies: estos muertos están muy vivos

Perdonadme el chiste fácil del título, no he podido resistirme. Antes que nada tengo que reconocer que no conocía hasta hace bien poco a The Zombies. Sí que había escuchado algunos de sus clásicos, pero ignorando su procedencia. La cosa es que, convencido por un amigo y compañero de trabajo, acudí al concierto que dieron hace un par de viernes en la sala 2 del Apolo barcelonés. Llegamos pronto y cenamos un frankfurt en el local vecino, dónde también vimos al "Garantías". La noche empezaba bien...
Una vez dentro de la sala, mal augurio: cuatro gatos contados. Aunque eso nos permitió poder leer a placer el setlist pegado al suelo, al lado del teclado. Incluso le hice una foto, que no salió demasiado bien y acabé borrando. Hubiese sido curioso: enviar el setlist al Facebook antes del inicio del bolo... Eso sí, pudimos comprobar que la lista de temas era prácticamente calcada a la de otra actuación del grupo que tuvo lugar en Holanda el año pasado. O sea: no había ningún espacio para la improvisación (incluso las largas peroratas del teclista y cantante eran calcadas a las de dicho bolo). Los Zombies (originales sólo quedaban el cantante, con un notable parecido físico a Camilo Sesto, y el teclista, ultra cachas y con camiseta ajustada negra gayer) tocaron sus clásicos de siempre, acompañados de temas de los discos en solitario de sus dos miembros originales, así como algunas versiones. La verdad es que la actuación no estuvo nada mal, aunque la voz del cantante en algunas ocasiones no se oía tanto como hubiera debido (el volumen estaba demasiado bajo). El bajista era otro veterano (había militado en The Kinks), que no paraba de dar órdenes a los de sonido. El batería (hijo del bajista) no lo hizo mal, así como el guitarrista, nuevo desde hacía meses, aunque con un papel de segundón.
El público, muy variopinto: coetáneos de los zombies cohabitaban con sus hijos treintañeros. Incluso a la hora de comenzar el show, la sala ya estaba mucho más llena. No pude dejar de fijarme en lo demacrado que estaba el vocalista. Parecía tener una década más de sus sesenta... En cambio el teclista se mantenía tan jovial que daba incluso un poco de grima.
Musicalmente estuvo muy bien, aunque yo desconocía la mayor parte del repertorio. Pero disfruté bastante de una noche de pop y algo de rock de los sesenta y setenta.
Vamos, que mantuvieron la dignidad bien alta. Gran bolo pues.

26 de octubre de 2010

Guns N' Roses: profesional, muy profesional

He leído un par de críticas de El Periódico y El País sobre el concierto del pasado sábado de Guns N' Roses en Badalona. En ambas no salen demasiado bien parados (especialmente en la de Luis Hidalgo, pero eso era de prever). Dejemos las cosas claras: todo el mundo sabe que los actuales Guns son más bien la Axl Rose Band. Pero los ¡siete! mercenarios que acompañan al jefe son ante todo músicos. De acuerdo, serán unos subordinados, unos asalariados, pero también son unos músicos muy competentes.
Habrá quien se eche las manos a la cabeza diciendo que es un grupo sin alma. Puede que tengan razón, pero también es cierto que, a nivel musical, la actuación fue impecable. Será todo lo programada que quieran, no hay ninguna concesión a la espontaneidad ni al caos de antaño, sí. Pero no se puede decir que sonaran mal. Al contrario: los guitarristas Richard Fortus, Ron Thal 'Bumblefoot' y DJ Ashba replicaron a la perfección los solos de Slash (que no su carisma, claro). Pese a sus irritantes posturitas, musicalmente cumplieron, que es lo que importa.
También se ha insistido, en ambas críticas de los diarios ya mencionados, que la voz de Axl estaba bajo mínimos. No estoy de acuerdo. Quizás no estaba pletórico, vale, pero tampoco cantó tan mal. Aún se defiende muy bien. Otra cosa son sus constantes cambios de vestuario (americanas -a cada cual más hortera-, camisetas, camisas y sombreros), más propios de una diva del pop...
En cuanto al repertorio, nada nuevo: la mitad dedicado al "Appetite" y la mitad al "Chinese Democracy", así como sus habituales versiones de "Live and let die" (brillante), "Knockin on heaven's door" (muy alargada en plan reggae, pero siempre efectiva) y, novedad, "Whole lotta Rosie" de AC/DC (yo hubiese preferido el "Mama kin" de Aerosmith, ya puestos). Lógicamente, en los temas del "Chinese", la tensión bajó enteros, pero sonaron bien (otra cosa es su calidad). Tampoco faltaron un par de temas del "Use your illusion" ("Don't cry" y una magnífica "You could be mine").
También me sobraron los largos solos de los guitarristas, a todas luces innecesarios.
Pero en definitiva, fue un show largo, de dos horas y medias, y, ¡sorpresa!, sin retrasos: empezaron a las 22h15 (yo iba preparado para lo peor...). En resumen, una notable actuación de Axl y acólitos que sirivió para recordar tiempos mucho mejores.
Por cierto, el telonero Sebastian Bach (ex vocalista de los imprescindibles Skid Row) estuvo fabuloso.

18 de septiembre de 2010

Limp Bizkit vs. Eels: del infierno al paraíso

En dos días he podido asistir a dos conciertos radicalmente distintos: el jueves estaba en Razzmatazz viendo a Limp Bizkit, grupo denostado por muchos del que admiro sus primeros álbums. Y pese a que su cantante Fred Burst es un bocazas y chulopiscinas de mucho cuidado, su rap-metal de finales de los noventa marcó una época gloriosa. Veremos como será su nuevo álbum "Gold cobra" (un craso error el girar sin tenerlo acabado), pero lo que sí que es seguro es que el bolo del jueves dejó mucho que desear. Y es que no es de recibo que una banda como ésta, que ha vendido millones de elepés (pese a que se cambió de sala por la escasa venta de entradas, el Razz estaba bastante lleno), encare con tanta desgana un concierto. Con un sonido infame, lo que más me molestó del show que ofrecieron Limp Bizkit fueron las continuas paradas entre temas, injustificadas totalmente, que acabaron por romper completamente el ritmo del bolo. Cuando se ponían a dar caña eran atronadores, pero sinceramente abusaron de la paciencia del respetable.
Suspenso pues para los de Jacksonville. Lo más demencial: las pintas inenarrables de su guitarrista Wes Borland, un ser sencillamente de otro planeta.

En las antípodas de este concierto, ayer disfruté junto a mis dos compañeros leopardos de una de las mejores actuaciones de este 2010 (junto a las de Rage Against The Machine del Rock in Rio Madrid y Faith No More en el BBK Live de Bilbao). Nada más y nada menos que Eels, o Mark Oliver Everett. En el 2001 ya lo voté como mejor concierto de ese año (y su "Souljacker" fue también mi elepé preferido en la lista de la extinta revista Rock Sound), y tuvo lugar también en la misma sala Bikini.
Con las entradas agotadas desde el verano, Mr E. presentó a una banda más rockera que nunca, y con un look excepcional: todos barbudos como él, con traje y gafas de sol. Mientras que E llevaba una bandana calada literalmente hasta las cejas (o más bien hasta sus gafas de sol), que le daba un extraño aire a un cruce imposible entre un miembro de Suicidal Tendencies y ZZ Top.
Empezó él solo, en plan calmado, y al cuarto tema se le unieron esas bestias pardas y la adrenalina subió hasta cotas insospechadas. Seguro que más de uno, que esperaba algo mucho más intimista y alternativo, se debió quedar a cuadros, mientras esperaba su hit "Novocaine for the soul", que lógicamente no tocaron (no cuadraba con su nuevo planteamiento 100% rock). Incluso algunos de sus temas más antiguos y pausados fueron reversionados a altas revoluciones. Y tampoco faltaron unas cuantas versiones (el clásico "Summertime", o el estupendo "Summer in the city" de Joe Cocker, entre otras). Tan solo un pero: tocaron un poco menos de hora y media, y supo a poco. Por lo demás, un diez rotundo. E es un monstruo sobre las tablas y nuevamente volvió a demostrarlo. Además, se le notó con muchas ganas pese a ser muy parco en palabras. Pero en la presentación de sus músicos sí que se apreció su particular carácter muy propenso a la coña marinera. Genio y figura. Palabra.

Grinderman 2: el retorno del Nick Cave más fiero



Tras una sola escucha del segundo disco de Grinderman, el grupo paralelo de Nick Cave que apuesta por el rock más descarnado, puedo afirmar que "Grinderman 2" es la ratificación del mejor proyecto del australiano en décadas. Igual de demoledor, aunque un poco más variado que su predecesor, estoy seguro que este álbum se encontrará en mi lista de los mejores del año.

ATREVEROS A JUGAR CON EL LOBO FEROZ

"Hurley": el retorno de Weezer al clasicismo


Tengo una teoría respecto a Weezer, uno de mis grupos favoritos. Sus discos impares son clásicos, mientras que los pares son más raros o experimentales. Su debut, conocido como el álbum azul, sería un clásico. Por ello me refiero a su característico power pop vitaminado y sentimental. En cambio, "Pinkerton", su continuación, es mucho más cruda (aunque no deja de ser un grandísimo -e incomprendido- disco). Sigamos con su tercer elepé, más conocido como el ábum verde. Éste es un claro retorno al clasicismo de su debut. Su cuarto elepé, "Maladroit", es una nueva sorpresa: cuenta con un sonido inusualmente endurecido. Continuamos con el quinto, "Make believe", que es otro retorno al clasicismo sentimental y musical. En cambio su sexto álbum, que por tercera vez no tiene título y se le conoce como el álbum rojo, es de lo más marciano, aunque igualmente notable (Weezer no han hecho nunca un mal disco).
Es aquí donde se rompe esta regla infalible: "Raditude", su séptimo largo, tendría que ser otro retorno al clasicismo, y nada más lejos de esto: es el más comercial y a la vez variado que han hecho nunca. En cambio, su flamante último elepé, "Hurley" sí que es de los clásicos, y por tanto se parece más a los mencionados anteriormente.
Por cierto, que la historia de la curiosa portada (Hugo de "Lost") tiene tela: en principio tenía que venderse solo en tiendas de la marca Hurley (filial de Nike), pero al final (y afortunadamente para nosotros), no ha sido así. Pero un evidente compromiso ha hecho que se inventasen algo de los más friki para justificar el título. Y aquí es donde entra el Hurley de "Perdidos".
En fin, que el octavo disco de Weezer vuelve a ser un bombazo. Aquí tenéis la prueba.

¡¡¡A DISFRUTAR CON EL GORDO DE LOST!!!

30 de agosto de 2010

"Los mercenarios" vs. "Predators"

La semana pasada acudí al cine Bosque para ver "Los mercenarios", el último engendro de Stallone. Prometía mucho, con su reparto de viejas (y nuevas) glorias del cine de acción, pero todo se quedó en un bluff descomunal. Como película es un despropósito. Ni las secuencias de tiros están bien realizadas ni la trama tiene pies ni cabeza. Apenas hay algún chiste gracioso (el mejor sin duda el cameo de Schwarzenegger) y la cara desecha de Sly abruma en cada plano. Un fiasco total, y una pena, pues con un poco más de ingenio y ganas seguro que se podía haber hecho algo un poco más decente. Debido a su taquillazo en USA ya anuncian una secuela. No iré a verla.

En cambio acabo de ver "Predators", enésima secuela del clásico de 1987, dirigida por Nimrod Antal (que hizo la excelente peli de terror "Habitación sin salida"), y me ha encantado. Aunque se la ha comparado en varias críticas con Lost (sobre todo por su misterioso inicio), de esta serie no tiene nada... Pero como peli de acción es sin duda la mejor secuela de la original. Tiene su mismo espíritu y la verdad es que engancha de principio a final (pese algún tramo central un tanto más pesado). Adrien Brody no se desenvuelve mal en su papel de mercenario, y el resto del equipo (gran Danny Trejo como siempre) tampoco le va a la zaga. Muy recomendable pues para los amantes de esta saga.

17 de agosto de 2010

Viaje a Turquía

Acabo de regresar de pasar 12 días en Turquía. He visitado Estambul, Pamukkale, Éfeso y Goreme (en Capadocia). De la primera ciudad destacaría las mezquitas de Santa Sofía (ahora museo) y Sultan Ahmed (la mezquita azul), así como el palacio de Topkapi. También me sorprendieron las bonitas calles cercanas a Sultan Ahmed donde nos alojamos.  No faltó tampoco un paseo por el Bósforo ni una visita al barrio más moderno, cruzado el río, ni una incursión al Gran Bazar, bastante más civilizado que los de Túnez o Marruecos.
En Pamukkale hizo un calor horrible, pero nos bañamos en la piscina de agua termal con ruinas. Las ruinas de Éfeso no me acabaron de impresionar, mientras que las excursiones por los valles de Goreme fueron lo mejor, así como la subida en globo al amanecer. La comida buenísima, y la gente encantadora.

14 de julio de 2010

Faith No More en Bilbao: concierto del año




No dudé ni un instante en desplazarme hasta Bilbao, ciudad que me sorprendió gratamente, para ver a uno de mis grupos favoritos y que todavía no había visto nunca en directo: Faith No More.
Tras más de una década separados, el año pasado decidieron volver al ruedo.  Y visto que su gira veraniega, titulada con mucha coña "The second coming" no pasaba por Barcelona, no quise perdérmelos esta vez.
Y no me equivoqué, porque el bolo que ofrecieron el pasado sábado fue antológico. Y si algún pero se les puede achacar, es el número quizás excesivo de versiones (lentas) que tocaron: hasta ¡5! en un setlist de 21 temas. Aunque esto demuestra que hacen lo que les da la gana: son capaces de alternar momentos de thrash puro y duro con auténticos baladones soul.
Mike Patton se merece un monumento: un showman en toda regla, con un gracioso acento latino, capaz de cantar en todos los registros posibles.
Seguramente, el momento más brutal fue cuando en "Midlife crisis" se tiró al público y recorrió el tramo comprendido entre la mesa de sonido y el escenario siendo volteado y arrastrado por el público mientras seguía cantando como si nada con un micro de ¡cable! Incluso hubo un momento delicado, cuando el mismo cable casi decapita a una seguidora que estaba subida a las espaldas de su compañero (un servidor se encargó de apartar la peligrosa soga).
Si pensaba que el de Rage Against The Machine en Madrid fue lo mejor de 2010, la verdad es que el eclecticismo de Faith No More y la entrega de Patton merecen tal puesto. Para quitarse el sombrero.

    1. Reunited (Peaches & Herb cover)
    2. From Out of Nowhere
    3. Land of Sunshine
    4. Caffeine
    5. Evidence
    6. Surprise! You're Dead!
    7. Chinese ArithmeticAdditional Information: with Poker Face
    8. Last Cup of Sorrow
    9. Cuckoo for Caca
    10. Easy (The Commodores cover)
    11. Ashes to Ashes
    12. Ben (Jackson 5 cover)
    13. Midlife Crisis
    14. The Gentle Art of Making Enemies
    15. King for a Day
    16. Epic
    17. Just a Man
    18. Encore:
    19. Chariots of Fire (Vangelis cover)
    20. Stripsearch
    21. Digging the Grave
    22. Encore 2:
    23. This Guy's in Love with You (Burt Bacharach cover)

 




9 de julio de 2010

Contraportada histórica de El Periódico: ¡¡¡entrevista al Garantías!!!



Ayer por la mañana recibí un sms de un colega con un notición: "El Garantías" salía entrevistado en El Periódico!!!
Ya había hablado en ocasiones de esta persona, asidua a TODOS los conciertos de rock habidos y por haber (y que no es crítico musical). Y hacía tiempo que exigía una entrevista que le diera a conocer al gran público.
Pues bien, ya la tiene. La copio a continuación.
Por cierto, esta noche me lo he encontrado, como no, en el conciertazo que han dado los británicos Gomez en Bikini. Vaya semanita gloriosa que llevo con éstos y con Alice in Chains... Y el sábado, Faith No More...




GENTE CORRIENTE
Ingeniero. Este caballero es un clásico de las salas de concierto de Barcelona. Si él está, los críticos respiran. 'El Garantías' le llaman.

Joan Corbera: "Adapto mi agenda profesional a los conciertos"


Hará cosa de 15 años, la revista Rock-publicó una foto de Joan Corbera (Sant Iscle de Vallalta, 1949) entre el público de Zeleste. El pie de foto decía: «Su presencia garantiza la calidad de los conciertos». ¡Misterio! Resulta que este ingeniero industrial es un irredento aficionado al rock. Tanto, que desde los años 70 no se pierde una cita ¿2.000 euros al año le cuesta la broma¿. Si hay tres conciertos el mismo día, el bueno es el que él elige. Por eso los críticos de música le llaman El Garantías. Un dato: nunca le verán en las primeras filas.









¿Infalible usted.
¿Eso dicen. Pero me puedo equivocar, ¿eh?
¿Me chivan que no.
¿Tengo mi criterio. Eso es todo. Un criterio elaborado a base de años de ir a conciertos, de leer revistas especializadas y de comprar muchos discos [atesora unos 10.000].
¿Cuándo empezó todo esto?
¿Una vez acabado el proyecto de fin de carrera. Antes no tuve ni dinero ni tiempo. Hasta que empecé Ingeniería, estuve interno en los Salesianos de Mataró. Recuerdo que allí trajeron los primeros discos de los Beatles. Los machacaban tanto en la radio que los odiaba. Entonces me gustaban más los Stones...
¿Pero, ¿qué le metió el veneno en el cuerpo?
¿El concierto de King Crimson en el Palau d'Esports de Granollers, en 1973. A partir de ahí, he intentado no desaprovechar la ocasión de oír y ver a los que me gustan.
¿Quiénes son los agraciados?
¿Mi gusto ha ido cambiando. Inicialmente fui más rockero ¿Cream, Ten Years After, Grand Funk¿; en los años 80 me interesó el punk, el afterpunk y la new wave, y ahora me inclino por el indie rock y el rock con raíces, pero también por el jazz más arriesgado, el soul de la Stax.
SEnDHabrá conciertos que marcan...
¿Los que más marcan son los que nunca has visto: Led Zeppelin, John Lee Hooker... Entre los que he visto, quizá The Clash, Ian Dury y Neil Young en el Palau d'Esports; Leonard Cohen, en el Palau d'Esports, en Benicàssim y en el Palau Sant Jordi; Lou Reed en el Palau d'Esports; Nick Cave en Zeleste...
¿Cuando le gusta alguien, ¿va a muerte, haga lo que haga?
¿Todo tiene su momento. Ahora Springsteen no me interesa para escucharlo. A veces voy a verlo. Estuvo muy bien en el Palau d'Esports en el 81. Pero desde The River, hizo un bajón y luego siempre hace lo mismo. No puedo comprender la cantidad de fans que sigue teniendo.
¿¿A cuántos conciertos habrá ido?
¿A unos 4.000, quizá. La media es de 150 al año. A principios de mes me hago una chuleta y adapto la agenda profesional ¿soy asesor de gestión ambiental y seguridad alimentaria¿ a lo que me interesa. Hay clientes que no saben de mi afición.
¿¿Vergüenza?
¿No. Antes no estaba bien visto ir a un concierto, te miraban como a un raro. Ahora hasta queda bien.
¿A uno sí, pero a tantos... ¿No le estresa elegir?
¿Lo difícil es compaginar tres conciertos en un día. He llegado a ir primero al Rocksound, luego al Apolo y más tarde al Sidecar. A veces he hecho 10 días seguidos de conciertos.
¿¿Sin ayuda química?
¿No, yo no bebo. No aguantaría.
¿Pocas parejas resisten eso.
¿Hasta los 50 años estuve soltero.
¿¿Por culpa de la música?
¿No, pero ayudó. Y mi mujer, que es 13 años menor que yo, ya me conoció así y es muy comprensiva.
¿Oiga, ¿no es algo mayorcito para estos trotes?
¿¿Por qué? Hay cosas que no hago... Hace 10 años en un festival de Benicàssim en el que tocaban los Chemical Brothers y todos saltaban hasta las 4 de la madrugada, decidí que no repetiría en el futuro. Cuestión física. Pero en líneas generales no me he cansado. Además, toda la vida he ido con gente más joven que yo.
¿Gente apiñada que suda y poguea.
¿No siempre es así. A veces incluso creo que falta más público para que el artista dé más. Recuerdo un concierto de Gary Lucas en Luz de Gas en el que éramos cuatro en los palcos y yo, sentado en los escalones.
¿¿Y dónde no se le encuentra nunca?
¿En un concierto de música clásica. El brit pop me ha dejado de interesar y tampoco le veo sentido a un concierto de disck jockey. Si vas a bailar vale, pero yo no bailo.
¿¿Quién le da garantía a El Garantías?
¿Me fío de algunos críticos.

7 de julio de 2010

Alice in Chains: segundo asalto

Hace un poco más de 4 años, el 26 de junio de 2006, Alice in Chains visitaron Barcelona por primera vez con un nuevo cantante, el mulato William DuVall. Ya en este blog glosé las bondades de este vocalista, sustituto del tristemente fallecido Layne Staley. También escribí que el bolo fue magnífico, aunque corto en exceso (no pasó de una hora).
Pues bien, en esta ocasión, el concierto de anoche fue nuevamente brutal, solo que duró casi dos horas. Además, DuVall ya está mucho más rodado y suelto sobre el escenario, cosa que se agradece sobremanera. Si a los clásicos de siempre les añadimos algunos temas de su nuevo gran disco, "Black gives way to blue", la fiesta ya es redonda.
No los veré nuevamente el viernes en el BBK Live de Bilbao (aunque sí que estaré allí el sábado con Faith No Nore, The Soundtrack of our Lives, Manic Street Preachers, Jeff tweedy y Jet), aunque ya me gustaría, porque la comunión con el respetable (la sala grande del Razz tendría unos tres cuartos de entrada, se estaba la mar de bien sin estrecheces) fue total.
Incluso DuVall salió a la puerta a firmar autógrafos al finalizar el bolazo.
A eso se le llama humildad e interés por sus seguidores. Por desgracia, ya casi nadie hace cosas semejantes.

12 de junio de 2010

Rock in Rio Madrid sí que rockea

Acabo de volver de un viaje relámpago a Madrid para ver a Jane's Addiction y Rage Against The Machine en el festival Rock in Rio. Antes de entrar en la parte musical, me gustaría elogiar a la organización de dicho evento, así como al metro de Madrid, mil veces más eficiente (y además más barato) que el de Barcelona.
Para llegar hasta Arganda del Rey, localidad a las afueras de la capital, tomé unos de los numerosos autocares gratuitos que salían del Bernabeu. Una vez en el recinto, enorme, me sorprendí gratamente al comprobar que no habían colas de ningún tipo: ni para los lavabos, ni para pedir tickets, ni para comprar comida ni bebida. Inaudito. También es cierto que la entrada de ayer ha sido la más baja hasta la fecha (30.000 personas, que tampoco es moco de pavo).
En fin, que entre comprar bebida y un bocata, al llegar al escenario Mundo, el más grande y alejado de la entrada, me quedé sin ver a Cypress Hill, que actuaron poquísimo rato (no llegaron a una hora). En fin, no estaba allí por ellos, sino por los dos grupos siguientes.
Pude colocarme sin ningún problema entre las primeras filas para disfrutar de Jane's Addiction, que empezaron incluso unos minutos antes de la hora prevista. A toro pasado, debo decir que aunque disfruté mucho del bolo, no fue lo mismo que cuando los vi hace siete años en Razzmatazz 1. Seguramente fue porque el público estaba muy frío (la gran mayoría esperaba a Rage Against The Machine), y porque el cantante Perry Farrell no parecía tan entregado como en otras ocasiones. Fue un gran concierto, en el que tocaron cuatro temas de sus tres primeros elepés (y ninguno de su más reciente "Strays", algo significativo). También fue corto, pues apenas superó la hora. Farrell, contoneándose provocadoramente como es habitual en él, se dejó acompañar por dos bailarinas asiáticas cañón. Pero incluso este numerito parecía algo impostado, no me acabó de convencer.
En cambio, el nuevo bajista, Duff McKagan (ex Guns N' Roses), pese a lo chupadísimo que estaba, demostró un poderío a las cuatro cuerdas y una actitud demoledora.
Por su parte, el estupendo guitarrista Dave Navarro se movió más de lo habitual, cosa de agradecer. Y la máquina de Stephen Perkins a la batería también rindió como suele acostumbra: a todo trapo. Por tanto sólo falló la voz y actitud de Farrell, que no dejó de beber una botella de vino en todo el concierto. Quizás si el público hubiese estado más receptivo se hubiese entregado más. Lo único que dijo, aparte de dar las gracias, es animar a los Lakers...
Lo que tengo claro es que un festival de estas características no es el lugar más idóneo para escuchar a este grupo. Me queda por ver la actuación grabada por la tele, a ver si mejora mi opinión. Eso sí, sonaron todos sus clásicos.
Y luego, con unos veinte minutos de retraso, llegaron Rage Against The Machine. Era la tercera vez que los veía, y por tercera vez volvieron a noquearme. No creo equivocarme al afirmar que seguramente éste será mi concierto del 2010.
Pese a no presentar nuevas canciones (Jane's Addiction tampoco), Zach de la Rocha y sus tres compañeros consiguieron hacer lo que parece imposible: que 30.000 cuerpos salten al unísono todos y cada uno de sus temas. Me encontraba un poco más alejado esta vez, pero no me salvé de los pogos, los empujones y los saltos. Por un momento volví a mi adolescencia y me vi botando sin poder parar. La gran lástima es que el grupo no dejó grabar para la televisión su tremebunda actuación. Fueron cayendo todos sus clásicos, incluso hubo sitio para un par de versiones (aunque se echó de menos el "How I could just kill a man" de Cypress Hill, que podían haber cantado con éstos, pese a que su batería tocó como invitado la percusión en un par de temas).
En fin, que fue una actuación grandiosa de principio a fin, musicalmente hablando.
Otras cuestiones serían las políticas, porque no deja de ser curioso que un grupo que pregona el anticapitalismo, se lucre a base de hacer giras sin tener ni siquiera un nuevo disco... Eso sí, no faltó la simbología habitual: estrella roja, puño cerrado en alto, el himno de la Internacional... Todo ello en medio de un festival hipermercantilizado... Pese a sus contradicciones político-económicas, RATM siguen siendo una auténtica bomba en directo. Un respeto total para ellos.



Salida desde el Bernabeu...



Autovía hasta Arganda del Rey. A lo lejos, Torre España



La entrada al recinto



Jane's Addiction con Perry Farrell en acción


Los tres fantásticos: Duff, Dave y Perry



Uno de los pocos momentos en que pude fotografiar a RATM




Una go-go de la zona electrónica



Fuegos artificiales para clausurar el festival

11 de junio de 2010

Se avecinan cambios de diseño

Este blog no ha cambiado nunca de plantilla, y creo que ya es hora de darle un nuevo aspecto.
En breve cambiará de look...

26 de mayo de 2010

Espectacular final de "24"


Y llegó el adiós definitivo de "24", otra de las 3 mejores series de la historia (junto a "Lost" y "The wire"). Al revés que en "Lost", la conclusión de "24" es brillante. Y lo que es mejor, su octava y última temporada se ha acabado revelando como una de las mejores de su historia. Empezó bien, luego se hizo previsible y repetitiva, pero en sus 8 o 9 últimos episodios despegó como un cohete supersónico. Y es que volvió un viejo conocido, villano por excelencia, y la trama dejó de lado la acción pura y dura y se "politizó" como en sus mejores momentos. Por otro lado, esta última temporada nos ha mostrado a un Jack Bauer más desbocado que nunca, casi irracional. Un cambio interesante pero que responde a unas causas muy concretas (que no revelaré).
"24", en sus ocho temporadas, ha conseguido algo casi imposible: mantener el interés y la calidad de todas ellas elevadísima. Tan sólo un ligero punto negro en la mitad final de la sexta temporada, su momento más bajo. Pero es que de la primera a la quinta fue creciendo hasta niveles increíbles... El bajón era lógico. Tras el traspiés, una séptima temporada muy vigorosa nos reconcilió con Bauer y amigos. Y esta última, situada en Nueva York, supone el broche de oro a 9 años (hubo uno que no se emitió por la huelga de guionistas) de continuas emociones y alegrías.
Sin Jack Bauer ya no será lo mismo. Aunque quieran seguir sus andanzas en el cine.
Bravo, bravo y bravo.

24 de mayo de 2010

Lost: The end


He madrugado para ver el ansiado final de Lost (por cierto, vaya cutrez la emisión de Cuatro, con subtítulos cortados, congelaciones de imagen e incluso algunos minutos sin subtítulos...). Intentaré no escribir espoilers en este post para aquellos que todavía no lo hayan visto, pero intuyo que en pocas horas se enterarán igualmente, porque estará en boca de todos.
Como fan absoluto de la serie diré que el doble capítulo final me ha gustado mucho. Me he emocionado (con lagrimilla incluída) en unas cuantas ocasiones, y encuentro que hasta los minutos finales se merece un aplauso.
Ahora bien, la conclusión de la serie es de juzgado de guardia. Y no diré más.
Creo que no nos merecíamos esto, francamente.
Ya veremos si en la edición en DVD incluye esos 20 minutos adicionales, pero me temo que lo que tanto ansiábamos no estará allí.
Pese a todo, esta discutida sexta temporada (para mí mejor que la anterior, la más floja de todas sin ninguna duda) no ha cumplido con las expectativas depositadas en ella. La impresión que da es que no había nada planeado de antemano, sino que todo se iba improvisando sobre la marcha.
Seguro que habrá un debate encarnizado sobre el fin de esta serie ya mítica.
Y hoy mismo nos quedaremos huérfanos de otro hito de las series televisivas: la grandísima 24.
El vacío va a ser enorme.