30 de septiembre de 2008

Mi última adquisición de arte

Todavía por colgar. Obra del genial estudio mutante Gregor Samsa (www.gregorsamsa.org).
Una de las 125 mutaciones kafkianas que diseñaron para celebrar el125 aniversario del nacimiento de este autor. Aún quedan disponibles muchas otras (a un precio módico), o sea que ya estáis mirando su web...

25 de septiembre de 2008

Nuevas temporadas, viejas series


Ya ha empezado la nueva temporada televisiva de series norteamericanas, y ahí va un análisis de los primeros capítulos de mis preferidas:
- Mad Men (segunda temporada): la revelación del año pasado sigue igual o más atractiva que en su debut. Ambientada en una agencia publicitaria del Nueva York de los sesenta, tan solo puedo recomendar encarecidamente su visión. Actores estupendos y guión excepcional. He visto sus cinco primeros capítulos y siguen siendo una maravilla.
- Californication (segunda temporada): pese a la decepcionante e innecesaria secuencia final de la primera temporada, esta segunda entrega promete mucho. De hecho, su protagonista David Duchovny (recientemente ingresado por voluntad propia en una clínica de rehabilitación para adictos al sexo) se ve obligado a adaptarse a una situación personal radicalmente distinta a la de la primera temporada, con todo lo que ello implica, y no puedo revelar más... Tras disfrutar ayer de los dos primeros capítulos, intuyo que esta temporada puede superar a su notable debut.
- Entourage (quinta temporada): de momento ya he visto sus tres primeros capítulos, y pocas cosas han cambiado en general, lo que no deja de ser una buena noticia. Siguen los entresijos y el glamour del mundo de Hollywood para Vincent Chase y su séquito. Aviso, ésta es una serie que seguramente disfrutarán más los tíos. Por cierto, Jeremy Piven ha vuelto a ganar el Emmy como mejor secundario por su brillante papel de feroz agente Ari Gold.
- Dexter (tercera temporada): primera, y de momento, afortunadamente única decepción. Vi su primer episodio (un pre-air que se filtró seguramente intencionadamente) y no me convenció. No tiene el punch necesario, en mi modesta opinión. Veremos como se desarrolla, pero es que francamente el listón estaba altísimo (la segunda temporada rebasó la primera, que ya fue notabilísima). Se merece no obstante un margen de confianza.
- Prison Break (cuarta temporada): la gran (y agradabilísima) sorpresa. Acabo de ver sus dos primeros capítulos, que plantean un giro radical a la ya de por sí cada vez más compleja trama. Si su primera temporada temporada fue sublime, la segunda también fue notable, pero la tercera fue nefasta, con una cárcel panameña de cartón piedra. Una cutrez que se podían haber ahorrado. Ahora los guionistas redireccionan totalmente la historia, y sus dos primeros capítulos vuelven a enganchar como los más antiguos. Además, hay un regreso sorpresa...
Todavían tengo por ver el comienzo de la tercera temporada de "Heroes", y en breve empezarán a emitirse la quinta temporada de "Mujeres desesperadas" (cuya acción pasa cinco años después de la anterior temporada) , la cuarta de "Me llamo Earl" y la quinta de "The office".

24 de septiembre de 2008

El 23 de noviembre vuelve Jack Bauer

La maldita huelga de guionistas de Hollywood impidió que viéramos la esperadísima séptima temporada de "24". Calentando motores para enero del próximo año, la FOX emitirá un episodio especial de dos horas, titulado "Redemption", en el que el bueno de Jack Bauer tendrá que volver a salvar el mundo, esta vez en África. Esperamos ansiosos...

22 de septiembre de 2008

"Los extraños": miedo puro y duro


Hacía tiempo que no pasaba miedo de verdad en una sala de cine. Bueno, exceptuando la soberbia "Rec" del año pasado, y en menor medida, la también notable "Habitación sin salida".
La trama de "Los extraños" es muy sencilla: una pareja se encuentra asaltada por tres desconocidos en su casa de campo durante una larguísima noche...
Gran parte de sus 85 minutos (benditos los films cortos, cada vez más frecuentes) pasan en un estado de tensión acuciante, que hacía muchos años que no experimentaba.
Una planificación de la música y del tempo narrativo muy inteligente, sumada a unos eficaces Liv Tyler y Scott Speedman (éste menos que su compañera, aunque también da el tipo de héroe desvalido) y a unas inquietantes máscaras (lástima de las coincidencias con "El orfanato" y "Los cronocrímenes") consiguen que pasemos un muy mal rato. En la parte final desfallece un poco, pero la tremenda conclusión realza el nivel brutalmente.
Totalmente indicada para todos aquellos que disfrutan sufriendo (en un espacio seguro como una sala de cine). En posteriores visionados en DVD, se recomienda visionarla en una casa rural alejada de la mano de Dios...

PD Lo más desasosegante es que está inspirada en hechos reales...

PD2 Otra recomendación: la magnífica "El rey de la montaña", un thriller de supervivencia que quita el hipo. Y su inesperado final es incluso más demoledor...

Vicky Cristina Barcelona


Horrible título para la película más esperada de Woody Allen. Pese a durar 96 minutos, se me ha hecho un pelín larga. Me ha gustado... a medias. La historia es una tontería. Sencillamente, no hay trama. Pero no es tan mala como la pintan algunos.
Bravo por Bardem y Cruz, especialmente en sus pasajes en castellano.
Scarlett no sale nada atractiva, parece una americana tontita, pese a que a primera vista parezca un bombón sexual.
Me quedo en cambio con Rebecca Hall, que resulta a la postre una chica mucho más atractiva (al menos para mí) y encantadora que su compañera.
La cancioncilla de marras se hace pesada, pero tiene su qué. Y francamente, el retrato de Barcelona que hace Allen no es de postal turística (pese a los breves planos de sus lugares característicos) sino de la parte alta de la ciudad, un lugar mucho más cercano a la Barcelona pijeras que Whit Stillman ya retratara en su film de 1994. Y es que dudo mucho que un pintor bohemio, como no sea de primera división, pueda pasearse con un deportivo descapotable y vivir en una casa como la mostrada...
Eso por no mencionar el inverosímil viaje a Oviedo, y un final grandguiñolesco y esperpéntico.
En resumen, un Woody Allen menor, que seguramente recaudará mucho, pero que no permanecerá demasiado en la memoria. Pese a todo, se deja ver.

20 de septiembre de 2008

Inesperado final de GTA IV


Esta noche he acabado el magnífico GTA IV. Ha sido una sorpresa total, pues según las estadísticas del juego, llevaba completado tan solo el 61,25% del mismo. Cuando por fin he conseguido finalizar la misión 94, tras haberla intentado innumerables veces (y con la inestimable ayuda de un colega), me he quedado de piedra cuando han salido los títulos de crédito... ¡Y estos han durado un cuarto de hora! No hay que olvidar que este videojuego ha tardado años en realizarse, y pasará a la historia por ser el más vendido, además del más polémico.
El 40% restante que me queda por cubrir, supongo que son misiones secundarias.
Llevo jugando a éste desde que lo adquirí, el pasado 29 de abril, y pese a algunas interrupciones, la verdad es que he jugado más o menos regularmente con él. Sin ninguna duda es el mejor y más ambicioso que se haya hecho nunca, una versión mucho más depurada y divertida de sus predecesores. Pese a todo, tiene momentos desesperantes, y he tenido que recurrir a trucos para seguir adelante...
Ahí van algunas curiosas estadísticas de mi partida:
- Gente asesinada: 995
- Tiempo de juego: 44 h
- Trucos usados: 192
- Días pasados: 148
- Coches robados: 233
- Gente atropellada: 270
- Incendios iniciados: 190
- Criminales asesinados: 40
- Taxis tomados: 216
- Número de borracheras: 6

12 de septiembre de 2008

La resurrección de Metallica


Han vuelto. Hoy se ponía a la venta "Death Magnetic", el noveno disco de estudio de Metallica. He acudido raudo a la Fnac del Triangle para adquirir su versión deluxe (2 euros más cara que la normal, pero me hacía ilusión por el libreto y su particular diseño), y os garantizo que es el mejor álbum de la banda desde el ya muy lejano "Black album" (1991), además de ser uno de mis más firmes candidatos a disco del año.
"Death Magnetic" recupera la inspiración y la dureza de la primera época del grupo, que quedó aparcada en la pasada década. Y no me refiero precisamente al dueto "Load" (1996) y "Reload" (1997), de los cuales me declaro acérrimo defensor, sino a todas las obras posteriores a estos: discos de rarezas como "Garage Inc." (1998), el concierto con orquesta "S&M" (1999) y especialmente el decepcionante anterior álbum de estudio "St. Anger" (2003) . Éste último era un álbum que pretendía ser un retorno a los orígenes (o sea, mucho más duro), pero que a la postre se revelaba un absoluto tostón en el que todos los temas sonaban iguales y no encontrábamos ¡ni un único solo de guitarra! Además, la batería sonaba a lata...
El excelente documental "Some kind of monster" (2004) retrata a la perfección la sequía creativa y la crisis del grupo (que incluso recurrió a un memorable psicólogo), y es de visión obligada para incluso aquellos que no son fans del cuarteto.
Después de tamaño despropósito (en la posterior gira de presentación, apenas tocaron dos temas del mismo), James Hetfield y Lars Ulrich (aquí el buenazo de Kirk Hammet no pinta nada, como se vio en dicho film...) vieron que tenían que cambiar de aires y despidieron a su legendario productor Bob Rock (artífice por otra parte del insuperable "Black Album").
El cambio les ha sentado bien, y de la mano del increíble barbudo Rick Rubin, "Death Magnetic" les ha salido redondo. Son 10 temas largos (el disco sobrepasa los 74 minutos), pero a diferencia de "St. Anger" no se hacen plomizos. Están llenos de cambios, hay solos a puntapala, el bajo de Rob Trujillo es sublime, y la batería de Ulrich vuelve a sonar como es debido. Apenas hay un par de temas lentos, por lo que no es un disco comercial. Y la inspiración esta vez sí que les ha acompañado. No entraré a compararlo con los primeros clásicos, pero a día de hoy es el mejor álbum que podría esperarse de Metallica, y eso es mucho. Seguro que en la próxima gira sonarán la mayoría de sus temas, que combinados con sus clásicos de los ochenta proporcionarán unos shows inolvidables. Ahora solo falta que regresen a Barcelona. Un servidor no faltará.

6 de septiembre de 2008

El gran salto

Por motivos de trabajo, he pasado los últimos cuatro días en la Costa Brava, acompañando a tres periodistas alemanes.
Primera observación: tan solo uno de ellos (una mujer encantadora) hablaba un inglés decente. Los otros dos (a los que apodaré el cachondo y el rarito) apenas balbuceaban cuatro palabras de la llamada lengua internacional...
Esto ha supuesto que me haya tenido que cascar muchas comidas y cenas (en restaurantes excelentes, todo sea dicho) como un auténtico invitado de piedra. O sea: sin tener ni pajolera idea de lo que decían (porque, a parte de alguna puntual traducción de la voluntariosa periodista, el resto era en alemán puro y duro...).
Hasta aquí los inconvenientes (bastante molestos, por otra parte). Pese a la barrera del idioma, no he tenido problemas con ellos (bueno, a veces el cachondo se portaba como un niño malcriado, y rechazaba un suculento menú degustación, exigiendo en su lugar una ensalada y una sopa...).
Lo bueno, y de eso trata este post, es que he podido volver a saltar en paracaídas (en tandem, no jodamos) en Empuriabrava. Hace ya una lejana década, tuve la oportunidad de hacerlo con un colega, apoquinando religiosamente por entonces unas buenas 20 o 25.000 pesetas, creo recordar. Entonces no opté por un fotógrafo (que incrementaba el precio notablemente), pero después del salto me arrepentí.
Ahora, gracias a que el periodista rarito tenía problemas de espalda, he podido volver a saltar (por la patilla, y con fotos, que cuelgo seguidamente).
Y he disfrutado de la experiencia mucho más que la primera vez, porque ya sabía lo que había. Pese a todo, en los momentos previos al salto desde la avioneta, se te ponen los pelos como escarpias. Es una sensación única la de tirarse a 4.000 metros de altura y sólo cuando se abre el paracaídas y notas un terrible tirón en el arnés que te sujeta los muslos, despiertas de un sueño del que querrías que no acabara nunca. Lo bueno de saltar en Empuriabrava (aparte que la altura es mucho mayor que la del aeródromo de Sabadell), es la magnífica vista que tienes de la bahía de Roses y de los canales de esa localidad.
Además, esta vez mi monitor se lo tomó con calma (no como el anterior, que empezó a hacer giros y giros, y me llegué a marear) y el descenso con el paracaídas abierto fue mucho más plácido (pese a la molestia del arnés opresor de muslos).
El próximo lunes me vuelve a tocar ir a la Costa Brava, esta vez con periodistas holandesas (espero que hablen mejor inglés...), y aunque no creo que pueda volver a saltar, me encantaría volver a hacerlo... Ahí van las fotos.

Justo después de saltar (nótese la cara de acojone)

Parece como si cabalgáramos a lomos del avión...


¿No está mal la vista verdad?

Buen rollito en el aire...

El paracaídas a punto de abrirse (¡Dios, vaya tirón!)

1 de septiembre de 2008

Cuando la realidad supera la ficción


David Duchovny ha ingresado voluntariamente en una clínica para desintoxicarse de su adicción al sexo. Lo más divertido es que no es la primera vez, y que el año pasado interpretó en la excelente "Californication" el papel de un escritor bloqueado y adicto a las relaciones sexuales. La pregunta es ¿que fue primero, el huevo o la gallina? Suerte David, tu mujer y tu hija te esperan en casa.