29 de noviembre de 2005

Los niños han crecido...


Ayer vi la cuarta entrega de Harry Potter en el cine más incómodo de Barcelona, el por otra parte bellísimo Coliseum. Y es que la nostalgia me vence, y pese a las dos horas y media de proyección, me apetecía mucho volver a un local donde he disfrutado de films tan memorables como la primera parte del mismo Potter o la sublime Los Cazafantasmas...
Elegí el lunes para evitar las hordas de críos que debían inundar las salas este primer fin de semana (y que sin duda seguirán hasta navidad). Pero creo que si tuviera veinte años menos, la película me acojonaría tanto que me lo haría todo encima. Pues efectivamente, "Harry Potter y el cáliz de fuego" es la más oscura y terrorífica de la saga. Eso a mí me encanta, ¿pero y a los niños a los que supuestamente va destinada?
De todas maneras, tengo que decir que es la entrega que más me ha gustado. ¿Por qué? Bueno, aparte de sus logrados efectos especiales (excelentes la larga escena submarina o la recreación del gigantesco y tenebroso laberinto), lo mejor de todo es ver como los tres protagonistas de la función (Harry, Ron y Hermione) entran de lleno en la temida adolescencia... Sí señores, ya tienen nada menos que 14 primaveras, edad difícil donde las haya. Y el primer baile de Navidad se encuentra a la vuelta de la esquina... Eso implica buscar una pareja para acudir a él, y la tarea no es fácil para los dos jóvenes y atribulados aprendices de mago. Para Hermione es otra cosa, claro. Ellas maduran antes, y curiosamente casi siempre suelen elegir a acompañantes más mayores). Al pobre Harry le da un corte terrible pedirle a la guapa Cho Chang que vaya con él... Y Ron se desespera al no encontrar libre a su amada Hermione. Sin duda la frase antológica de la película es la advertencia que el primero le hace a ésta, sobre su pareja de baile: "él quiere más que tu amistad...". Y qué decir del baño que se toma un pudoroso Harry, que se va tapando sus partes íntimas con la espuma del agua al ver aparecer el espíritu de una antigua alumna...
En fin, no he leído los dos siguientes volúmenes de sus aventuras (las ochocientas páginas me hacen atrás), pero espero que los conflictos sentimentales vayan a más en los siguientes films. Como bien anuncia el profesor Dumbledore al final de ésta, "tiempos oscuros se avecinan". ¡Ja!

27 de noviembre de 2005

24


Reinvidico esta magnífica serie que Antena 3 ha maltratado injustificadamente, relegándola a las madrugadas. Y es que, aunque parezca imposible, cada temporada (y van cuatro) consigue superar a su predecesora en calidad y espectacularidad.
Para quienes no la conozcan, la premisa es muy sencilla: una temporada pasa exactamente en las 24 horas de un día. Cada episodio dura exactamente una hora (hay lógicamente 24 por temporada), es decir que son a tiempo real (bueno, en realidad duran 40 minutos, pero hay unas elipsis para la publicidad que añaden el tiempo que falta).
El héroe de la función es el agente Jack Bauer, jefe de operaciones del CTU (una agencia norteamericana que se dedica a luchar contra el terrorismo), protagonizado por un enorme Kiefer Sutherland. Bauer es capaz de cualquier cosa para intentar salvar a su país de una hecatombe (de muchos tipos, a cada cual peor). No duda en pasarse por el forro el reglamento y torturar a cualquier sospechoso para conseguir que hable. Dicho así suena horrible, lo sé. Pero a pesar de su reprobable mensaje, la serie te engancha y no te deja, por lo que recomiendo su visionado en DVD, y en dosis concentradas.
Si en la primera temporada Jack tiene que evitar un atentado contra el senador y posterior presidente de los Estados Unidos, David Palmer, a la vez que intenta rescatar a su hija y esposa secuestradas, en la segunda ya se enfrenta a un ataque nuclear contra su país en toda regla. En la tercera, la amenaza es un virus letal que se propaga como la pólvora, y en la cuarta, el no va más, un ataque que combina distintas modalidades vistas anteriormente. Es aquí donde Jack se pasa de la raya (más de lo habitual), y por ello tendrá que pagar muy caro por sus acciones (que de hecho acaban salvando de nuevo a su país, faltaría plus) ...
Además de tener un ritmo narrativo trepidante, la serie explora las relaciones personales y profesionales que se establecen entre los miembros del CTU, de lo más jugosas por otra parte.
Personajes que no tienen desperdicio son el de Sherry Palmer, odiosa mujer del presidente, que es una de las malas más antológicas jamás creadas... O el del propio presidente Palmer, otro ejemplo de hombre íntegro pero que no duda en tomar decisiones ciertamente difíciles para el bien de su nación. El mensaje que da 24 es el de un patriotismo exacerbado, de acuerdo, ¡pero que diantre! consigue entretener y ponerte en tensión, que es de lo que se trata al fin y al cabo...
Veremos que nos depara la quinta temporada, en la que forzosamente tendrán que haber muchos cambios, visto el final de la última entrega...

26 de noviembre de 2005

Helloooo!!!!!!

... como diría Arturito, concursante de la séptima edición de Gran Hermano.
Bienvenidos a un nuevo blog. Un espacio en el que no faltarán freakadas de todo tipo. Básicamente hablaré de cine, música, televisión y videojuegos, aunque ocasionalmente puedan colarse comentarios más literarios o incluso periodísticos. Estáis todos invitados a participar con vuestros comentarios, siempre que no falten al respeto a nadie.
Pues nada más, ¡me pongo manos a la masa con el primer post!

Oh yes, there will be blood

Con esta certera frase se anuncia la segunda parte de Saw. Tuve la ocasión de verla el pasado viernes por la mañana en un pase de prensa y efectivamente, es tremendamente truculenta. Los que hayan visto la primera entrega, un prodigio narrativo con sorpresa final, seguro que disfrutarán igualmente de esta secuela, aunque les aviso que se preparen para emociones más que fuertes. El temible psycho-killer Jigsaw (en la versión castiza bautizado como "Puzzle"), sigue haciendo de las suyas, y esta vez son ocho y no dos las víctimas de sus juegos diabólicos, y están atrapadas en una casa y no en una habitación. Como no podía ser de otra manera, el final también es sorprendente.
También tiene su gracia ver en el papel de policía perdedor a Donnie Whalberg, hermano del soso Mark y ex-miembro de los extintos New Kids On The Block. Y es que Donnie ya hizo un papelito en "El sexto sentido", como perturbado paciente de Bruce Willis.
El inquietante y desconocido Tobin Bell sigue dando vida a Jigsaw, esta vez con un papel mucho más destacado que en su predecesora. Y la buena de Dina Meyer ("Starship Troopers", "Sensación de Vivir") hace aquí de policía experta en serial-killers.
En fin, una película no apta para todos los públicos, sólo para estómagos curtidos, aunque con un argumento que te atrapa de principio a fin. Espero con impaciencia la tercera...

Hey ho, let's go!


¿Cómo no iba a empezar mi primer post (la intro no cuenta) sin hablar del concurso de Air Guitar que tuvo lugar el pasado miércoles en La Paloma? Para aquellos a los que no les suene esta modalidad, tan solo decir que consiste en tocar la guitarra durante un minuto mientras suena una canción rockera. La gracia del invento es que el instrumento mencionado no existe, sino que el participante mueve sus dedos en el aire, simulando tocarlo. Muy freakie, sí. Pero en Estados Unidos es un deporte nacional... Lo podéis comprobar en www.airguitarusa.com
La convocatoria fue un éxito, pues el precioso local del raval barcelonés estaba atiborrado de un personal mayormente rockero. En la anterior edición, celebrada en el Hard Rock Café, tan solo unas trescientas personas asistieron al evento.
En esta ocasión, fueron veinte los elegidos para mostrar sus habilidades "aerísticas". Divididos en dos grupos, fueron saliendo uno tras otro al escenario, al son de temas de Motorhead, AC/DC, The Clash, Ramones, Green Day o incluso Jane's Addiction. Algunos salían "maqueados", con sus pinturas de guerra a lo heavyata neardenthal (el injusto ganador fue uno de estos). Alguna chica también probó suerte, por cierto. De hecha la campeona mundial de esta especialidad es una mujer, Sonik Rok, que hizo una demostración de su poderío (aunque en su segunda intervención no pudiese tocar, pues el DJ de turno no encontró el tema seleccionado por ella).
El ganador se hizo con una guitarra Fender Jaguar, como mandan los cánones. Y al terminar el concurso mucha gente se quedó en el local, puesto que la marca de vodka que esponsorizaba el evento regalaba chupitos de dicho licor. Ni que decir que el suelo en algunas secciones era una auténtica porquería pringoso/resbaladiza...