Titulada originalmente "Little children", la segunda película dirigida por Todd Field es una estremecedora historia que recuerda a una combinación de las no menos excelentes "Happiness" y "American beauty". Kate Winslet (nominada al Oscar por este papel) es una mujer casada y aburrida que se lía con un joven padre (Patrick Wilson, visto recientemente en la notable "Hard Candy"), casado a su vez con una reportera interpretada por Jennifer Connelly. Pero lo mejor de la función es sin ninguna duda el pedófilo interpretado magistralmente por Jackie Earle Haley (que merecía haberse hecho con la estatuilla dorada al mejor actor de reparto). Haley intervino con 13 años en la tremebunda "Como plaga de langosta" (es el joven que se carga Donald Sutherland) de John Schlesinger (1975). Como tantos otros niños actores, acabó siendo un juguete roto... Trabajó de chofer de limusinas y de vigilante de seguridad, hasta que se enteró de este proyecto, adaptación de la novela de Tom Perrotta, y supo que el papel del pederasta Ronnie tenía que ser para él. Con un físico aterrador y con una contención de gestos admirable, borda simplemente un personaje tan antipático. De visión obligatoria para amantes de las historias poco convencionales.
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