9 de febrero de 2007

Mi celler: Load + Reload



En la revista Benzina hay una sección llamada "El celler", destinada a recuperar viejos discos que son pequeñas obras maestras pero que en su momento pasaron totalmente desapercibidas o fueron ninguneadas sin justificación.
Yo haré lo mismo en este blog, y empezaré con un par de álbums que nunca me cansaré de escuchar, pero que recibieron críticas demoledoras en su momento, a mi parecer incomprensibles. Se trata del binomio de Metallica formado por "Load" (1996) y su continuación "Reload" (1997) -grabado en las mismas sesiones del primero.
Desde entonces, el cuarteto de San Francisco no ha vuelto a levantar cabeza, musicalmente (hecho recogido en el excelente documental "Some kind of monster", imprescindible para entender lo que es una crisis creativa en un grupo de éxito masivo). Su último trabajo, "St. Anger" (2003) es un verdadero despropósito. Un ladrillo que no hay por donde cogerlo, con una serie de temas clónicos y alargados todos ellos hasta la extenuación, con una batería que suena a lata de hojalata y sin un puto solo de guitarra... De largo, lo peor que han hecho Hetfield y compañía hasta la fecha. Por mucho que se vendiera como un retorno a los inicios más duros del grupo, es simplemente basura.
En cambio, "Load" y en menor medida "Reload", su reverso oscuro, supuso el verdadero punto de inflexión en la carrera de una banda que ya había tocado el cielo del rock más duro gracias a su magnífico "Metallica" (o "Black album" de 1991). Parecía que ya no podían llegar más alto, y decidieron probar nuevas cosas: cambiaron de imagen radicalmente (pelos cortos, ropa de diseño, fotos de Anton Corbjin) y se decantaron por un rock menos agresivo y bastante más directo y comercial.
Su transformación me recuerda, salvando las distancias, a la experimentada por U2 cuado pasaron del increíble "The Joshua Tree" al no menos imprescindible "Achtung baby". Una reinvención total.
Desde aquí quiero reinvidicar la validez de un discazo como "Load", lleno de auténticos hits, canciones que si no fueran firmadas por Metallica sino por cualquier grupo de rock novel seguro que hubieran salido mucho mejor paradas. Prejuicios, muchos prejuicios es lo que hay, desgraciadamente. También algunos de sus fans renegaron de ellos, pero es cierto que consiguieron captar una nueva legión de seguidores, no precisamente del sector heavy. Un año más tarde, editaron "Reload", en el que se guardaban unas composiciones bastante menos más accesibles que las de su predecesor, pero igualmente disfrutables en su mayoría. Largos desarrollos, menos concisión, un disco mucho menos evidente, pero que gana enteros en sus sucesivas escuchas, como los mejores álbums de la historia.
Tras la publicación de "Load", Metallica se embarcó en una larguísima gira que volvió a recalar en Barcelona: su escenario circular en medio de la pista del Sant Jordi fue una experiencia singular. Los integrantes del grupo iban rotando de posición cada pocas canciones, cosa que permitía acercarles a todos los fans equitativamente.
A estas alturas no espero gran cosa de ellos, aunque confío que si recapacitan pueden volver a la senda adecuada...

1 comentario:

Anónimo dijo...

No puedo coincidir más contigo. "Load" y "Reload", buenísimos, casi perfectos si no fuera por el riesgo que supone componer rock experimental -véase "poor twisted me", "ronnie", "carpe diem baby"-. Un disco que abarca la grandeza musical de Metallica.