Pearl Jam: concierto del año

Me juego lo que sea a que el de ayer será el mejor concierto que veré en este 2006. Tercera vez que actuaban en Barcelona (bueno, ayer en Badalona), y el mejor y más rockero de todos ellos. Pearl Jam son una bomba en directo, y ayer lo demostraron ante un pabellón olímpico abarrotado y entregado al quinteto de Seattle.
Curiosamente, tan solo tocaron cuatro temas de su último y excelente disco homónimo (la inicial "Inside job", el estupendo primer single "World Wide Suicide", así como las no menos enérgicas "Life Wasted" y "Comatose"). De su primer álbum, "Ten", también tocaron cuatro canciones, los clásicos "Even flow", "Alive" y "Black", así como una inesperada "Why Go". De su segundo disco, "Vs." (mi preferido), interpretaron la imprescindible "Animal", así como "Dissident" y "Elderly Woman Behind The Counter In a Small Town". Del tercer largo, "Vitalogy", sonaron "Corduroy", "Whipping" y "Better Man", mientras que de su cuarto elepé, "No code", tan solo tocaron "In my tree". De "Yield", su quinto disco de estudio, interpretaron "Given to fly" y "Do the evolution", mientras que de "Binaural", su sexto disco, únicamente tocaron "Breakerfall" y de "Riot Act", su séptimo elepé, "You Are". También sonaron versiones de The Who ("Baba o'Riley"), Ramones ("I believe in Miracles") y el "Crazy Mary" de Victoria Williams. Junto al vocalista de Wolfmother, estupendos teloneros australianos, recrearon el "Hunger Strike" del grupo Temple of the dog (formado por los miembros de Pearl Jam y el ex-cantante de Soundgarden Chris Cornell), en uno de los momentos más mágicos de la noche. Tampoco faltaron las clásicas "State of love and trust" (de la banda sonora de la película de Cameron Crowe "Singles") y "Yellow Ledbetter", con la que cerraron el concierto con todas las luces del pabellón encendidas y la entrega absoluta del público. En total, un poco más de dos horas de concierto, con una entrega absoluta por parte de Eddie Vedder, que sudó literalmente su camiseta anti-Bush. Por otro lado, no hubo ningún tipo de imágenes ni pantallas, ni juegos de lueces espectaculares, sino que el show se centró en su música. Tan solo un pero, cuando la gente empezó a corear el clásico "oé oé oé oé", el grupo improvisó una sonrojante canción... Por lo demás, quedó demostrado que Pearl Jam están más vivos que nunca. Sencillamente inmensos.