Hace unos días, terminé "Querido Dexter", de Jeff Lindsay (Umbriel), una entretenida novela sobre un curioso asesino en serie que solo descuartiza a otros compañeros de fatigas. O sea, una especie de psycho killer justiciero. Esta es la segunda novela de Lindsay, que continua las andanzas de Dexter (la primera se titulaba "El oscuro pasajero"). Con un humor negrísimo, nos metemos en la estrambótica mente de su protagonista, un forense de la policía, que afirma no tener sentimientos (pero sí que demuestra una gran ironía). En muchos pasajes me ha recordado el sano humor cafre de varios libros de Eduardo Mendoza, como "El misterio de la cripta embrujada" o "Sin noticias de Gurb". En común tienen todos ellos lo estrafalario de su antihéroe. Me tendré que agenciar pues "El oscuro pasajero", puesto que me he quedado con ganas de más. Y no dudo que seguirán sus aventuras en próximas ediciones. De hecho, ya han hecho una serie televisiva en norteamérica, en Showtime, protagonizada por Michael C. Hall ("Six Feet Under") en el papel de Dexter. ¿La veremos por aquí?
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