Noche rara la de ayer. Estuve en una fiesta en una casa situada en la montaña, por detrás del Hospital de la Vall d'Hebrón, y durante toda la noche no dejé de enseñarles a mis amigos una pequeña herida que tenía en la pierna, que arrastraba de mis vacaciones asiáticas, y que no se me cicatrizaba. Todos ellos me dijeron que hoy mismo fuera al hospital a que me lo mirasen.
Pues bien, a las cuatro de la madrugada, y visto que no pasaba un maldito taxi por la ronda de Dalt (al nuevo alcalde Jordi Hereu tan solo le pido dos cosas: que el metro funcione toda la noche, al menos los fines de semana, y que haga algo con el gravísimo problema de la falta de taxi nocturnos: Barcelona es una ciudad tercermundista en estos dos aspectos), decidí ganar unas horas y subir hasta Urgencias a que me miraran la pierna. Muy amables, me atendieron bastante rápidamente, expliqué mi caso y me tomaron una muestra de mi herida. También me sacaron sangre e hicieron un par de radios. Mientras esperaba, me fijé en que los diversos enfermeros y médicos llevaban las ya famosas Crocs (ver las mías en la foto). Lo más divertido era que las combinaban con sus distintos uniformes (traje naranja con crocs blancas, o verde con crocs azules). Mientras esperaba los resultados, me quedé dormido en una cómodo sofa-camilla verde, hasta que pasadas las seis me despertaron para decirme que no habían detectado nada raro. Pero el pie sí que lo tenía bastante hinchado (y lo sigo teniendo) y esta mañana me he comprado los antibióticos que me han recetado (Augmentine), que he de tomar duante una semana. Espero que la cosa no vaya a más, porque esta semana tengo cierre de Benzina y presiento que será de los heavies...
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