31 de agosto de 2006

De nuevo en Barcelona






Esta tarde, sobre las cuatro, he llegado a mi piso de Barcelona. Se ha acabado mi viaje, aunque no empiezo a currar hasta el próximo lunes.
Hong Kong es realmente una pasada. El lunes por la mañana fue al despacho de mi amigo Massimo (situado en pleno centro comercial y de negocios), que me dejó su guía Lonely Planet de la ciudad, y acto seguido tomé un ferry hasta la isla de Lantau. Allí, un autobús me dejó a los pies de un colosal buda, el más alto del sudeste de Asia (ver foto). Lástima que la luz no era la más adecuada para retratarle. Subí los doscientos y pico escalones hasta llegar a su base, con unas vistas magníficas de la isla. Comí allí mismo, mediante un ticket de comida que permitía el acceso a una pequeña exposición. Luego tomé otro bus, que me dejó en un centro comercial de Tung Chung, y de allí regresé a la isla de Hong Kong con el rapidísimo metro. Como no tenía tiempo de ir a ver el templo de los 10.000 budas, opté por tomar el Peak Tram, un funicular empinadísimo que me subió hasta la cima de la isla. Unas vistas increíbles (ver foto), pese al mal tiempo. Di un paseo por un sendero que bordeaba la montaña y esperé hasta el anochecer. Más tarde me reuní con Massimo y cenamos en un restaurante de Nepal muy bueno. Volvimos a casa caminando, por las escaleras mecánicas.
El martes por la mañana fui hasta el templo de los 10.000 budas (ver foto), cambiando varias veces de metro. Había que subir más de cuatrocientos escalones, bordeados de estatuas doradas. Al bajar, me resbalé con el barro y casi me parto la crisma. Por suerte, solo me manché las manos y el pantalón.
Al volver me paré en la isla de Kowloon, en la parada de Mongkok, que es la zona más densamente poblada del planeta! Di vueltas por un mercado y me encantó el ajetreo típicamente chino y los carteles y rótulos en chino colgados por doquier (foto). Luego quedé con Massimo para comer Dim Sun (tapas chinas, en realidad lo toman como desayuno) y una vez acabado tomé un bus de dos pisos hacia el sur de la isla, donde visité el mercado y la playa de Stanley. Vi unas calas preciosas antes de llegar allí. De vuelta, cogí un minibus que me dejó en la zona de compras, Causeway Bay, y me metí en un centro comercial de lujo casi desierto. De nuevo el metro (MTR) y tras una parada me bajé en Wan Chai, zona de marcha nocturna y de edificios de convenciones. Impresionante el Chinese Arts and Crafts, una tienda de mega lujo de artículos tradicionales chinos (ropa, esculturas, porcelanas...)que tenía una temperatura completamente glacial. Muchos de los edificios de convenciones están conectados por pasillos y puentes peatonales para evitar el tráfico rodado. Tomé el star ferry hasta Tsimshatsui, en la isla de Kowloon, y allí me quedé disfrutando de las preciosas vistas de la bahía de Hong Kong y de su puesta de sol, esta vez con buen tiempo (foto). Hablé con un grupo de coreanas, que se hicieron fotos conmigo, y con un par de chicas chinas que venían de una convención de una empresa norteamericana, Mary Kay, en la que solo hay mujeres (centenares, todas vestidas con traje chaqueta rosa). Caminé por una especie de paseo de las estrellas de cine locales, donde retraté las manos de Jackie Chan y la estrella de Bruce Lee, y volví al anochecer regresé al centro para cenar en un japonés con Massimo y Melanie.
El miércoles poca cosa, aparte de hacer el check in de mi mochila hasta Barcelona, despedirme de Massimo y tomar el tren al aeropuerto. En el avión pude acabar de ver el final de "Thank you for smoking" y luego seleccioné "16 calles" que me gustó bastante. En Bangkok, cogí un taxi hasta Siam Square, y vi la peli "The man", una comedia negra de gangsters protagonizada por Samuel L. Jackson (el poli duro) y Eugene Levy (el padre pardillo de "Amererican Pie" en un papel idem). Entretenida pero sin más. Luego me metí en el Skytrain hasta Nana, y visité a mi amiga Nok en su bar. Y tomé un nuevo taxi hasta el aeropuerto. Acabé con todos los baths que me quedaban cenando en un Burger King, y los de Britrish Airways me dieron problemas con mi billete, que era electrónico pero que al cambiarse por el de Swissair se ve que se había pasado a papel (y no me lo dieron). Al final, todo solucionado. En el avión a Londres, once horas, he dormido un poco, y apenas he podido ver alguna peli entera. He visto fragmentos de "Failure to launch (Matthew McConaughey y Sarah Jessica Parker, muy mala), "Dogdeball" (Vince Vaughn y Ben Stiller, divertida) y "Friends with money (Jennifer Aniston y mi adorada Katherine Keener, interesante y un poco deprimente). Cuando quedaba media hora para llegar a Londres he descubierto que mi vecino de asiento era español! Hemos esperado un poco por las colas de Heathrow y luego me ha tocado esperar cuatro horas para mi vuelo a Barna. Ahora cuelgo las fotos y me voy a dormir. Mañana me espera el concierto de Pearl Jam...
Este viaje ha sido maravilloso, sobre todo el contraste entre un país como Laos, tan rural y barato, y una ciudad tan cautivadora como Hong Kong (me he quedado con ganas de pasar más días allí). Y entremedio, Tailandia, que tampoco está nada mal.

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