El pasado sábado hice una sesión doble de cine improvisada. Primero vi "María Antonieta" en el Boliche. Me gustó, aunque la encontré demasiado larga. Una buena poda tijeril le hubiera sentado de maravilla. Kirsten Durnst está estupenda en su papel de reina adolescente, y la banda sonora, que mezcla música rock actual con pasajes de época, también tiene gracia. Incluso el plano furtivo de esas Converse All Star entre los zapatos hace sonreir. Pese a todo, creo que el film no está a la altura de la magistral "Lost in translation" o la no menos recomendable "Las vírgenes suicidas" (también con Durnst, por cierto).
Mientras con un colega ingeríamos un gran Otto (nombre del frankurt picante, no me malinterpreten), decidimos ir a ver "Bobby", en el vecino Alexandra. En la sala 1, por cierto remodelada (un poco más pequeña, pero con butacas mucho más cómodas).
Este film de Emilio Estevez viene a ser una especie de "Vidas cruzadas" confinada en el Hotel Ambassador de Los Ángeles, el día del asesinato de Bobby Kennedy. Una veintena de personajes que trabajan o se encuentran allí, con grandes actores: Anthony Hopkins, Harry Belafonte, Martin Sheen, Christian Slater, Elijah Wood, Sharon Stone, Demi Moore, Ellen Hunt... Una película de buena factura y notable guión, pero que me resultó un pelín intranscendente. Quizás en su dramática escena final gana puntos, pero el resto entra bien pero se olvida a los cinco minutos de salir del cine, al revés que otras cintas como "Babel", "Crash" o "Magnolia".
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