Clint Eastwood es un maestro, y en su último film lo vuelve a demostrar. "Banderas de nuestros padres" es una nueva joya, que explica la historia que hay detrás de la histórica foto de Iwo Jima, en la que varios soldados izan una bandera americana en esta isla japonesa (que de hecho fue la segunda, puesto que la original se la quedó un militar de recuerdo), y que simbolizó una gesta heroica que sirvió para realzar la moral y recaudar fondos para poder seguir con la maquinaria de guerra. Con unas magníficas escenas bélicas, y basada en la novela que escribió el hijo de uno de los protagonistas de dicha foto, a la película solo le flojean un poco los actores, que no son precisamente un prodigio interpretativo. Por lo demás, chapeau de nuevo. Ya estoy esperando su versión del conflicto desde el lado japonés, que se estrenará el próximo mes de marzo.
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