"My name is Earl": comedia televisiva del año

La descubrí por casualidad. ¿O fue quizás gracias al karma? El caso es que esta serie de la NBC protagonizada por Jason Lee es la comedia de la temporada, superando a la también excelente "The office".
Su argumento es cuanto menos original: Earl (Lee) es un ladronzuelo de poca monta que gana un pastón en la lotería, pero justo después de saberse millonario es atropellado por un coche y pierde el billete premiado... En el hospital, viendo un talk-show por la tele, descubre el concepto del karma, y decide hacer una lista con todas las fechorías y gamberradas que ha cometido a lo largo de toda su vida (más de 260) con el propósito de enmendarlas. Y es que si hace cosas buenas, le pasarán cosas buenas. Nada más salir del hospital recupera milagrosamente el billete extraviado y decide ponerse a tachar cosas de su lista. Pero la tarea no será fácil.
En cada episodio, Earl se dedica a solucionar uno (y a veces varios) de sus despropósitos: dejar de fumar, pagar impuestos y multas, devolver objetos robados (coches, cervezas, dinero...), pedir perdón a los que ha amargado... Pero a medida que va resolviendo lo que parecen sencillas tareas, se irá dando cuenta que debido a sus acciones la vida de sus víctimas ha cambiado a peor, y entonces tendrá que arreglárselas para que todo vuelva a ser como antes. Para ello contará con la ayuda de su hermano Randy, un ser infantil y totalmente freak, completamente hilarante. Jason Lee está que se sale en su papel, al igual que Ethan Suplee (Randy) y Jaime Pressly (haciendo de Joy, la ex-mujer de Earl). La serie conjuga con maestría la comedia más desternillante con momentos más emotivos (no exentos de moralina). Además, varios actores como Beau Bridges, Juliette Lewis o Giovanni Ribisi intervienen en pequeños cameos a lo largo de ella.
En los extras del DVD también hay un pequeño episodio impagable llamado "Bad karma", una especie de piloto al revés en el que Earl en vez de hacer el bien se dedica a vengarse de aquellos que le putearon en el pasado.
Ya cuento los días para disfrutar de la segunda temporada... (supongo que en caso de mono extremo tendré que acudir a internet). Y hoy empiezo con otra droga dura: "Prison Break".