Hace tiempo que quería escribir sobre esto, y siempre se me pasaba. Pero acabo de ver "El club" de Albert Om, y justamente han hablado de este gran problema.
Desde que acabé mi anterior trabajo, el pasado 9 de mayo, paso bastante tiempo en mi piso, y he podido comprobar que recibo demasiadas llamadas con "número privado" que me intentan vender todo tipo de cosas (lo más común es que me ofrezcan el ADSL de otra compañía). Al principio respondía con paciencia y después de escuchar el rollo les decía que no, pero cuando insisten y vuelven a insistir (me llaman de media tres veces al día) acabas hasta los huevos. Ahora por norma, si no me sale el número ya no lo cojo, pero me jode igualmente... Ya sé que no es culpa de los vendedores, pero no deja de ser un incordio. El escritor y periodista Màrius Serra ha escrito una serie de artículos con consejos para burlar a estos temibles vendedores, tendré que leerlos...
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