21 de septiembre de 2007

Se acabó el morbo en Gran Hermano


Tras la expulsión de Amor ayer noche se ha acabado el poco interés que podía tener esta enésima edición de Gran Hermano. Visto el coñazo insoportable que fue el año pasado, los responsables del mismo se han visto obligados a buscar el morbo a toda costa. Y lo han conseguido incluyendo al transexual Amor, una canaria todavía sin operar, con vocación de putón calientapollas (pone a cien a la mayoría de chicos pero no llega a concretar nada). Lo más curioso (y sospechoso) del caso es que nadie descubrió su "secreto", cosa rara por otra parte, excepto Rebeca, que rajó de ésta de manera muy fea.
Esta última se ha ganado una buena reprimenda de Merceditas Milà por sus declaraciones contra los transexuales... Como siempre, la presentadora se erige en una especie de pepito grillo moralista que ya cansa, la verdad...
Pese a todo, el programa (y por ende, Milà) vuelve a hacer gala de una hipocresía envidiable, pues tampoco renuncia a poner en evidencia los desmanes de Amor, aunque sin hacer demasiado escarnio (para eso están el circo de los platós, a partir de hoy mismo).
Si lo que queda es el show penoso de las hermanas gemelas turnándose, o la nueva gallega siniestra que acaba de entrar, la cosa no pinta nada bien.
Y es que en ningún otro lugar del mundo se han alcanzado ¡9! ediciones de este concurso. Pero ya se sabe, Spain is different...

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