Whaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!

La banda sonora del infierno.
Terapia colectiva por 35 euros.
Una tomadura de pelo.
Mike Patton no necesita medicación.
¿Donde está John Zorn?
Todos estos son títulos posibles que he barajado para este post. Finalmente, me he decidido por el más onomatopéyico, pero los seis definen a la perfección el concierto que acabo de ver. Un concierto que la promotora vendía como de John Zorn, presentando su último disco, "Moonchild", en el que tocan el polifacético Mike Patton (Faith No More, Mr. Bungle, Fantômas, Tomahawk), el bajista Trevor Dunn y el batería Joey Baron. Pero tras una hora de actuación, el saxofonista Zorn tan solo ha subido a escena para aplaudir a sus músicos y despedirse del respetable, que lógicamente flipaba lo suyo. Zorn (al que no tenía el gusto de conocer, admito que he ido al concierto por el reclamo de Patton) se ha pasado todo la actuación en la mesa de sonido. Mucha gente se ha largado del Apolo porque no aguantaba los gritos insoportables y demenciales de Patton...
En vez de jazz, hemos asistido a una especie de death metal parecido al que hacen Fantômas, y solo apto para los amantes de las emociones fuertes. Un Patton gritando y desvariando como un poseso, en unos temas que servirían perfectamente para aterrorizar a los niños pequeños. A Patton no le hace falta hacer terapia, porque seguramente se desahoga sacándolo todo en el escenario. Aunque si yo fuese su mujer, no sé si dormiría tranquila por las noches... Algo me dice que hoy voy a tener pesadillas...