17 de noviembre de 2006

Borat: ha nacido un mito


Iré al grano: "Borat" es la mejor comedia del año, o incluso del último lustro. Es la película más desternillante que he visto desde hace mucho, mucho tiempo. Pero es que además tiene la virtud de combinar un humor grueso y escatológtico, con una feroz crítica social. Los americanos que salen en ella quedan completamente retratados como lo que son (siempre si aceptamos que las imágenes son reales, y no están preparadas). Borat es un reportero de Kazajistán machista, grosero, homófobo y antisemita. Refleja lo peor de la raza humana. Pero como con Torrente, te descojonas con él. No pocos se han sentido ofendidos con sus comentarios racistas contra judíos y gitanos (en Alemania se intentó prohibirla), pero su creador, el formidable cómico Sacha Baron Cohen, es licenciado en Harvard y escribió una tesis sobre el judaísmo.
El personaje de Borat lo creó Cohen para su programa "Da Ali G Show", que el pasado martes empezó muy oportunamente a emitir TV3 (con un doblaje deplorable, es imprescindible verlo en Dual en su versión original). Si la película "Ali G anda suelto" no era nada del otro mundo (tenía mucha más gracia en inglés que en el lamentable doblaje al castellano que hicieron Gomaespuma), "Borat", el film, le da mil vueltas, no hay que insistir demasiado en ello. Ha sido la película más taquillera de los Estados Unidos de las últimas dos semanas. Y eso que no les deja precisamente bien (al menos a los que salen retratados en ella). Es esta dualidad entre incorrección política y retrato sociológico la que la hace grande.
Lo dicho, la mejor comedia del año.

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