25 de febrero de 2006

La maldición de los traslados


No puede ser posible, siempre que tengo que hacer un traslado o mudanza, pasa algo.
El sábado pasado, manifestación catalanista justo a la esquina de mi casa. Resultado: cargar como una mula un par de manzanas hasta el coche de mi sufrido amigo Álex, y posteriormente pedir permiso al urbano para que nos deje aparcar a la puerta del piso. Afortunadamente, accede...
Esta misma tarde: desvio del tráfico en la calle Valencia, por la rúa de Carnaval... Resultado: pérdida de tiempo, colas, estrés... Y de nuevo un sufrido amigo (Fernando en este caso) que paga las consecuencias...
Y no se pierdan lo mejor: con motivo de la maratón tocahuevos, mañana por la mañana (casualmente a la hora del traslado) vuelven a cortar la Gran Vía, con lo que ya he avisado a mi sufrida tía para que pida el conveniente permiso al urbano de turno para que la deje aparcar a la puerta de mi piso...
¿Estoy gafado? ¿Por qué demonios siempre tiene que pasar algo que entorpezca la ya de por sí farragosa mudanza?
Por cierto, he llegado a casa tan tarde y baldado que ya no me quedan ni fuerzas de ir a la inauguración de la tienda Cinemascope (Perla, 29). Por eso, que sirva esta foto como pequeño guiño. Y ya me pasaré sin duda por allí, algún día que vaya al Verdi...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Aaaaaay! Usted que se lo perdió!!!! Aquí este profesor, pese a sus años y sus achaques, sí estuvo, bebió una copita de Lambrusco y les deseó a los de CinemaScope lo mejor del mundo. Que sigan amando el cine, hablando de cine y viviendo el cine.
HCR = Mr. Bean + Clouseau + El Gordo y el Flaco

Anónimo dijo...

jajaja

me recuerda al show de truman, cuando todo son problemas para huir de su casa.

pero no fue tan duro! otro día que quieras mudarte llamamos a la guardia real para que organice el trayecto en plan cortejo.

espero que hayas conseguido solucionar el problema con el agua caliente
;)

saludos, f