3 de febrero de 2006

Crónica de un linchamiento anunciado


Qué poca clase ha demostrado Merceditas Milà al decirle al último expulsado de Gran Hermano, el cubano Dayron, nada más llegar al plató: "¡Ah, pero si hueles bien!". Lamentable, sin más (todo viene a que algunos concursantes habían dicho de él que olía mal).
Eso sí, luego se pone en plan progre, y riñe a la insoportable Sarita de Lucas por haberle dicho al mismo "que se vaya a la selva". ¿En qué quedamos? Si la propia Merceditas le insulta tras dedicarle esta frase al pobre diablo que es Dayron...
Ésta ha sido la crónica de un linchamiento anunciado. El despellejamiento en vida del cubano. ¿Sus pecados? La mayoría de los expulsados le acusan de ser sucio, dejado... Puede que tengan razón, pero de ahí a convertirle en el mismísimo Lucifer en persona hay un buen trecho...
Ahora que ya quedan sólo tres finalistas, me aventuro a decir (y espero) que la cada vez más odiosa Raquel Abad quedará en tercer puesto. Para el segundo puesto ya tengo más dudas. Nunca he ocultado que me gustaría que ganara el concurso el buenazo de Javi, pero mucho me temo que lo hará el "villano" por excelencia de esta edición, es decir Pepe. Ha sido el mejor concursante, y también ha tenido que luchar contra viento y marea para salir a flote...
Lo curioso del caso es que el pobre Javi se encuentra entre dos tierras: se debate entre la amistad de Pepe y el amor de Raquel, puesto que entre estos dos hay diferencias más que irreconciliables. Aunque Javi ya se lo ha dejado claro a su supuesta novia (veremos cuanto duran fuera de la casa): él nunca dejará de ser amigo del "Lado oscuro".
Tras la final del domingo, empezará el previsible y cansino circo de enfrentamientos en platós de la misma cadena (y de otras). Nada nuevo bajo el sol...
Y el próximo jueves ya tenemos nuevo reality. Y esta vez la cosa va de fogones: "la cocina del infierno". En principio, no pinta mal.

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