2 de febrero de 2009

Día de lágrimas


Ayer fue un día lleno de lágrimas (ajenas). Primero vi las del pobre Federer, que no pudo contenerlas. El fenómeno que es Rafa Nadal se portó como un caballero, y se le notaba incómodo con su victoria. No quiso exteriorizar su alegría y eso le honra. Fue un bello momento.
Por la noche, más lloros en la gala de los Goya. Cuando llegué a casa enganché justo los premios a actores revelación. Primero ganó el protagonista de "El truco del manco" (tendré que ir a ver la peli), y muchos compañeros suyos lloraban como magdalenas en la platea. Luego le tocó el turno a la guapísima niña de "Camino", que tampoco pudo resistir el llanto. Y finalmente, otra imagen que se me quedó grabada fueron los lagrimones de Maribel Verdú, tras el recuerdo a los miembros de la academia fallecidos este año.
Por cierto, me alegro que "Camino" haya triunfado (genial el discurso de Jaume Roures reivindicando la felicidad y atacando al Opus Dei). Se lo merecía, pues a mi juicio, fue la mejor película nacional del año pasado. Y con diferencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo poco que vi de la gala de los Goya me pareció penosa, por no hablar de lo fuerte que me parece que elijan mejor actor a Benicio. Por esa regla de tres, ¿Por qué no estaban nominados Steven Soderberg o Woody Allen? Lo dicho, penoso.

Sobre el affaire Nadal-Federer te recomiendo que escuches el gag de Los especilistas secundarios sobre la madre del tenista suizo, muy divertido.