Estos últimos tres días me he pasado por la Fnac de Plaza Cataluña después del trabajo (es verdad, no lo he escrito todavía en el blog, pero desde hace una semana trabajo en una empresa de representación turística, llevando la prensa de diversos clientes), y en dos ocasiones he podido volver a ver a un auténtico clásico de dicha tienda: el friki que escucha discos, siempre en el mismo sitio (justo al salir de la escalera, a la izquierda) y se da golpes en la cabeza (moreno, con gafas y con cara de no demasiado inteligente). Pero el pobre parecía otro. La primera vez se estaba comiendo un helado a un ritmo lentísimo (realmente, exageradamente lento: daba miedo), y no escuchaba el CD que tenía delante. Me ha dado un poco de cosa.
Y ayer le volví a ver, siempre en el mismo sitio, pero totalmente estático: ni helado, ni música ni golpecitos... ¿Qué le pasará? ¿Estará en plena crisis existencial? No sé, pero como la próxima vez que me pasé por allá no le vea haciendo su especialidad, empezaré a preocuparme...
Otro friki en horas bajas es el mítico cantante de la estación de Paseo de Gracia. Hace poco me lo encontré en otra parada (no recuerdo cual), pero el tío no soltó ni pío...
Algo está pasando en Barcelona... Por cierto, los aledaños de la Fnac son peligrosísimos: están infestados por auténticas hordas de encuestadores (la mayoría de ONGs), que te reclaman un minuto de tu tiempo (que casualmente nunca prestas). Lo siento por ellos, porque su trabajo es realmente ingrato. Ayer una chica me espetó a bocajarro: "He estado toda la tarde esperándote". Por esa frase, ya se merecía que me detuviera ni que fuera un minuto, pero un servidor no se ha ablandado, y tras al menos disculparme he seguido mi camino.
Ahora acabo de llegar del concierto de los B-52s, en el que no ha faltado (por descontado) el "garantías" (otro clásico de cualquier concierto de rock que se precie). Y también he visto a Loquillo, con sus eternas gafas de sol Rayban (que vuelven a estar de moda por cierto, yo ya he desempolvado las mías de hace una década...) y acompañado de lo que parecía un hijo adolescente de pinta punkarra (!).
En un próximo post hablaré de este concierto y del de Lenny Kravitz de anteayer (grande), pero aviso: la vuelta a casa desde Badalona fue simplemente apocalíptica. En esta ciudad del cuarto mundo (o quinto, como mínimo), si no tienes vehículo propio a partir de medianoche estás completamente jodido. ¡¡¡¡¡Ni AVE ni pollas coño!!!!!
2 comentarios:
Oye, eso de el "garantías" no irá por mi ehhhh
Jeje yo no sé, pero el concierto estuvo tremendo, casi superó a los Hives
Nos vemos nen
No Peibol, el garantías es un tío mayor que no se pierde ni un concierto...
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