2 de noviembre de 2007

Un buen hombre


Un verdadero escándalo, la política tributaria de los Estados Unidos. Siempre sostendré que los más ricos tendrían que pagar proporcionalmente mucho más que el resto de los comunes. Por algo están forrados. La noticia publicada hoy en El Periódico es interesante. Por suerte, aún quedan hombres buenos.


AGUSTÍ SALA
BARCELONA

Rico, muy rico. Warren Buffett es más que eso, multimillonario. El titular de la segunda mayor fortuna de la tierra discrepa del sistema fiscal de EEUU. Pero no por que le resulte una carga insoportable sino por su levedad. "El sistema fiscal se ha inclinado en favor de los ricos y se ha alejado de la clase media en los últimos 10 años. Es dramático. No creo que haya conciencia de ello y pienso que debería ser abordado", afirmó en una entrevista en la cadena NBC.
El magnate conocido como el mago de Omaha, por sus dotes para obtener enormes rendimientos por sus inversiones, aportó pruebas. Tras realizar una encuesta informal entre empleados de Berkshire Hathaway --el imperio desde el que dirige sus intereses-- detectó que sobre sus ingresos recaía un gravamen del impuesto de la renta que era casi la mitad que el de sus trabajadores. En concreto, el 17,7%, frente a una media del 32,9%.
"No había nadie en la oficina, ni el recepcionista, con un tipo impositivo más bajo. Y no realizo planificación fiscal, ni tengo asesores ni utilizo paraísos fiscales. Me limito a hacer lo que dicta el Congreso", explicó. Con estas revelaciones criticó la rebajas fiscales para las rentas más altas aprobadas por George Bush y que ahora pretende prorrogar. La actual Administración republicana quiere exprimir el principio económico según el cual la recaudación deja de crecer por más que lo hagan los tipos impositivos. Por eso, mejor bajarlos, al menos para los contribuyentes más ricos.
Buffett posee una fortuna de 36.000 millones de euros (un poco más que el presupuesto consolidado de la Generalitat para el 2008). Solo le supera Bill Gates (Microsoft), para cuya fundación donó más de 21.000 millones de euros, batiendo todos los récords de la filantropía anglosajona. Pero, a pesar de ser beneficiario de las normas tributarias, las critica por considerarlas injustas.
No es la primera vez que defiende que pague más quien más tiene. Algo, por cierto, que suscribiría cualquier partido europeo de izquierdas. En el 2001 se sumó a otros personajes acaudalados, como el financiero George Soros y Bill Gates, el padre del fundador de Microsoft, en una carta publicada en el New York Times en la que rechazaban el plan de Bush de eliminar el impuesto de sucesiones y donaciones en el 2009. Es algo que el PP ha empezado a hacer en las comunidades en que gobierna en España y que ha propiciado una batalla fiscal territorial.
Los 120 firmantes de la carta en EEUU aseguraban que suprimir esos tributos "dañaría planes gubernamentales esenciales y a las familias con menos recursos". Buffett sentenció entonces: "Conduciría a crear una aristocracia de ricos, en lugar de una meritocracia. Sería como elegir para el equipo olímpico del 2020 a los hijos mayores de los medallistas de oro en el 2000".

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