Hace un par de horas que he vuelto del antikaraoke del Sidecar. Es la segunda vez que asisto (la primera fue hace año y medio, de casualidad, cuando quería entrar en el Fonfone y sus "Nasty mondays" y nos derivaron al Sidecar por el cierre temporal de dicha sala), pero llevo también dos recientes ocasiones frustradas en las que me he quedado a las puertas (por estar el local lleno y llegar demasiado tarde).
Esta noche no quería quedarme fuera, y con dos amigos nos hemos pasado bastante antes de las diez, hora oficial de apertura. La cola ya era considerable, aunque al final el espectáculo no ha comenzado hasta las once menos cuarto. Animado por Rachel Arieff (foto), la mujer de César Martín (el gurú de la revista "Popular 1"), consiste en un karaoke de canciones rockeras. La cosa ha empezado bien con el "Crazy little thing called love" de Queen. La interpretación ha sido la mejor de la noche (de la hora que he visto). Luego han versioneado de manera absolutamente atroz el hit de Europe, "The final countdown", y el desafine era tal que la gente se partía la caja con el voluntarioso (pero nefasto) intérprete. Seguidamente ha caído un muy logrado "Ace of spades" de Motorhead a cargo de Senen Armengol (otro escriba del Popu, ataviado como siempre con sus gafas de sol de Elvis). Más temas: "Smells like teen spirit" de Nirvana en versión femenina, "Road House Blues" de los Doors (cantada por un guiri brillante), "Come out and play" de Offspring, "Groove is in the heart" de Deee-Lite, "Highway to hell" de AC/DC, "You really got me" de los Kinks o el "Should I stay or should I go" de los Clash. O sea, todos temazos clásicos.
Lástima que en esta ciudad el metro termine entre semana a medianoche, por lo que me he tenido que retirar cual cenicienta antes de las campanadas... Pero está claro que volveré.
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