La segunda temporada de "The wire" (HBO), supera largamente la precedente, que ya era muy recomendable. En esta ocasión gran parte de la acción se centra en los muelles del puerto de Baltimore, que está controlado por el sindicato de estibadores liderado por el polaco Frank Sobotkas (una especie de clon de Tony Soprano, pero sin problemas depresivos). El antiguo equipo de investigación de la policía se vuelve a reunir con el fin de intentar detenerle, pero descubren que el caso tiene ramificaciones con drogas y trata de blancas, aparte del contrabando portuario... Y también seguimos lo que sucede a los traficantes negros de la primera temporada (el capo está en prisión y su segundo llevando las riendas del negocio a la vez que estudia economía). Vuelven pues viejos conocidos y aparecen nuevos personajes, como el genial Brother Mouzone (en la foto), un despiadado (a la vez que culto) asesino, o el pringado Ziggy (hijo de Sobotkas).
Tengo la tercera temporada en mi poder, y espero verla con ansias, aunque primero devoraré la sexta temporada de los Soprano, en unas pocas horas...
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