28 de junio de 2006

De boda en boda...


...y sigo porque me toca. Mañana estaré en esta playa. Se encuentra en Taormina, Sicilia. Mi amigo Massimo se casa con Melanie, que es alemana. Ambos viven en Hong Kong. No está mal.
Vuelvo el domingo por la tarde. Ya colgaré fotos.

Colorín colorado...


...este mundial se ha acabado. Pese a la estupenda foto prestada de la web del As (así como del titular), nuestro pase por el mundial ha concluido. No se ha producido el milagro, volvemos a ser los renegados de siempre. No tenemos la casta de los grandes, ni tan siquiera de la miserable Italia. Somos un desastre. Pese a las ganas, pese a la ilusión. Pese a la injusticia de una falta que no lo era, y que ha propiciado el segundo gol de Francia. En fin, sobran las palabras. A partir de ahora, soy de Argentina.

27 de junio de 2006

La resurección de Alice In Chains...


...pasa por superar la muerte de Layne Staley, tristemente fallecido hace cuatro años por sobredosis, como era más que cantado desde hacía mucho tiempo.
Pues bien, ayer Alice In Chains resurgieron de sus cenizas junto a un nuevo cantante, el excelente William DuVall, vocalista del grupo Come With The Fall.
Se me hizo raro, muy raro, escuchar los clásicos temas de Alice In Chains -por primera vez en directo en Barcelona- que sonaban casi idénticos a los que hubiera cantado el desaparecido Staley. Con solo cerrar los ojos, la ilusión era perfecta. Ahora bien, al abrirlos, la impresión era bastante curiosa: un negro de pelo afro muy flacucho era el que los entonaba... No era la imagen que se hubiese asociado a unos de los estandartes del mal llamado movimiento grunge. En descarga de DuVall, si su imagen no cuadraba para nada con la de los tres blancos melenudos que tenía a su alrededor -todos ellos miembros originales del grupo- es cierto que su voz era casi calcada a la del malogrado Layne. Un concierto impecable, pese a su intolerable brevedad: apenas una hora, algo a todas luces insuficiente. Fueron cayendo todos los grandes éxitos, aunque lógicamente se echaron de menos muchos otros... Al guitarra Jerry Cantrell se le veía ya un tanto viejecito, pese su lacia y larguísima melena rubia. Y entre las brumas de la niebla artificial y de los contraluces, se podía intuir al grandísimo batería Sean Kinney y al no menos enorme bajista Mike Inez.
Parece que me estoy haciendo un especialista en ir a ver grupos míticos que se reúnen con un nuevo cantante. Empecé hace un par de años con Queen, con resultados bastante deplorables (lógico, pues Freddy Mercury era insustituible), y seguí hace un par de meses con los resurrectos Doors (ahora llamados Riders on the Storm por problemas legales), con el cantante de The Cult Ian Astbury al frente (éste en cambio impecable, como ya escribí en su momento en este blog). Con Alice in Chains de nuevo se ha vuelto a acertar de lleno con el sufrido sustituto, una papeleta nada fácil dado el carisma de Staley. ¿Y es que se imaginan unos Metallica sin James Hetfield o unos Pixies sin Frank Black? Eso sería imposible ¿no? Cosas más raras se han visto... Por cierto, mi próximo concierto de grupo con nuevo cantante es el próximo mes de octubre con nada menos que mis adorados INXS...

26 de junio de 2006

Italia, como siempre: apesta


De penalti y en el minuto 92, así es como ha conseguido Italia clasificarse para cuartos de final. Lamentable... Las cosas siguen igual que siempre.

21 de junio de 2006

Las nuevas camisetas del Barça


Ya tenemos aquí la nueva vestimenta del Barça para la próxima temporada. La novedad más destacable es que se reducen el números de bandas, haciéndose más anchas (y las de las mangas son una azul y la otra grana). La camiseta de la primera equipación recuerda bastante a la camiseta del centenario. En cuanto a la segunda, recuperamos el naranja después de un año de horrible fosforito amarillo. Veremos si nos trae suerte, como en Wembley 92. Y los pantalones vuelven al clásico azul de siempre. No está mal.

The King: la gran revelación


Ni "Grizzly Man" ni puñetas. La verdadera revelación de la cartelera, el auténtico "must" de visión obligada es la obra del desconocido James Marsh, "The King", con un convincente Gael García Bernal y un verdaderamente sublime William Hurt, así como una espléndida y también desconocida Pell James.
La historia es la de un joven (García Bernal) que deja la marina y se va en busca de su padre (Hurt), un predicador que tiene una familia modélica y que desconoce de la existencia de su primogénito. El conflicto no tardará nada en surgir, y el drama va aumentando cuando Gael empieza a tontear con su hermanastra (Pell James)...
No puedo contar nada más sobre el argumento, pero la cosa se complica todavía mucho más... Tremendo el retrato de la familia ultracatólica, y el de la fe de su patriarca, que se va resquebrajando conforme se van sucediendo los acontecimientos...
Es un pena que este film tan recomendable pase sin pena ni gloria frente a otros largometrajes mucho más mediáticos. Desde aquí la recomiendo con fervor. No se arrepentirán.

Un freak muy real


Jordi Batlle Caminal pone en duda, en su crítica del pasado domingo de La Vanguardia, la existencia del peculiar naturalista Timothy Treadwell, protagonista del último documental de Werner Herzog, "Grizzly Man". Ese mismo crítico se pregunta si la vida de Treadwell no es una pura invención de Herzog, comparando su film con el falso documental "Blair Witch Project".
Bien, ya que Batlle no se ha molestado en hacerlo, yo sí que he buscado en internet sobre Treadwell. Con sólo introducir su nombre, ya aparecen más de 340.000 resultados en el Google, lo que indica que es muy poco probable, por no decir imposible, que si fuese un montaje, alguien se hubiese molestado en introducir tanta cantidad de información... Y más cuando la noticia de su muerte sale en la web del periódico local de Anchorage...
¿A qué viene entonces la polémica sobre la supuesta veracidad del film, que se inició en el pasado Festival de Sitges, donde se proyectó en España por primera vez? Es demasiado fácil decir que es un montaje y quedarse tan ancho...
Dicho esto, también es cierto que mientras uno va descubrienndo el carácter completamente freaky de Treadwell (que se filmaba a él mismo), uno no puede dejar de tener una ligera sospecha de farsa. Sobre todo los testimonios del forense que identificó los pedazos del protagonista (desmembrado por uno de sus amados osos junto a su novia), o los de los padres de Treadwell parecen completamente surrealistas.
¿Y si hubiese un punto intermedio? Las grabaciones de Treadwell son reales, ¿pero los testimonios de sus allegados son falsos? Aunque eso tendría aún menos sentido...
En fin, dejando de lado la veracidad del documental (que en mi opinión y en la de la mayoría de críticos está fuera de duda), está claro que éste no dejará indiferente a nadie. La excentricidad de su protagonista puede poner de los nervios a más de uno (yo me incluyo). Y es que su cursilería (la de Treadwell) a veces raya lo ridículo. Todo es tan exagerado en él que es muy difícil tomárselo en serio. Y eso es triste, pero significa que es un freak auténtico, y no de postín (como muchos).
Herzog se ha negado a ofrecer los fragmentos de la muerte de Treadwell (de hecho, solo había audio disponible), seguramente con buen criterio. Pero esto no hace más que añadir misterio al asunto. Como película documental está bien, aunque difiero de la gran mayoría de críticas que la ha calificado de auténtica obra maestra. Creo que no hay para tanto, francamente. Sobre todo porque la mayoría del metraje pertenece a Treadwell y no a Herzog. En fin, vayan a verla si les apetece (ojo, que solo la dan en el Grizzly Park, digo Verdi Park), porque el verdadero debate, el de la imbecilidad de Treadwell, está servido...

20 de junio de 2006

El texto de Llavina

Lo prometido es deuda. Gracias a mi apreciado Jordi S., puedo colgar el artículo de Jordi Llavina aparecido el pasado miércoles, y que traerá cola (por cierto, tampoco se queda corto el de otro colaborador de Benzina, Enric Vila, referente a Empar Moliner, que saldrá en el próximo número de esta revista). Aquí lo tenéis:

El factor Martínez

El columnista Guillem Martínez publica, en el último número de Benzina,un
artículo titulado El factor Espriu que, por derecho propio, ya merece
figurar en las antologías recientes del disparate. Ahí tenemos una nueva,
valiosa aportación de su estilo paródico y onomatopéyico al acervo
periodístico del ji-ji, ja-ja. Pero, atención: el final resulta prodigioso;
y su intención, clarividente. Trataré de explicar por qué.
Afirma Martínez que en todo este fregao de la cultura lo que cuenta es la
publicidad. Sin ella, digo yo, un gran escritor no dejaría nunca de ser esa
lata del autor de culto,que es una condición que suele velar por la
posteridad del nombre, pero que se despreocupa por entero de la jodida
existencia de muerto de hambre del hombre.
Sostiene Martínez que, para el caso catalán, Espriu usó de un modo ejemplar
la publicidad. Algo que le fue siempre ajeno a Gabriel Ferrater (?). Porque
lo que de verdad tiene gracia - o delito- es la contraposición que establece
entre los dos. Espriu resulta, de entrada, intraducible bueno, de fireta,que
viene a ser lo mismo- con una cultura de pacotilla". Que se lo cuente, entre
otros, al bueno de Harold Bloom. ¿Cultura de pacotilla, Espriu? Bien, acaso
de cultura pop sabía lo que los Estopa de bel canto.Sigamos. Yo no es que me
entere mucho, pero me da la impresión de que sólo con la novela Laia - un
prodigio de lengua- y el libro de poemas Cementiri de Sinera - un hito de
depuración formal y de complejidad-, Espriu ya merecía la gloria. No sólo la
gloria catalana, que resulta baja de techo, sino la gloria en un sentido
lato y alto.
Por lo que respecta a Ferrater (que también la merece), leemos:
"Usuario de algo muy contemporáneo que, al fin y al cabo, se ha impuesto en
la cultural actual. La cosa lúdica" (plas plas). El que se imponga algo, por
lo visto, es criterio inalienable de calidad intrínseca. Vaya, hombre. No
contento aún, Martínez firma esta barbaridad: "Ferrater es un autor
inexistente (sic) en la cultura - poco citado, poco reeditado, poco valorado
(sic)".
Edicions 62 / Empúries han reeditado, de una década para acá, sus tres
soberbios poemarios, así como sus lúcidos ensayos y colecciones de
artículos. Por otro lado, ¿es que acaso este hombre no ha repasado la
ingente bibliografía que suscita la literatura de Ferrater? Tómese sólo la
molestia de dar un vistazo a los libros de Núria Perpinyà y Jordi Julià para
cobrar conciencia de la importancia de su obra - sobre todo, pero no
exclusivamente- poética y de su plena vigencia. Lea, en la novelita de Justo
Navarro, la fascinación que sigue provocando hoy en día el personaje (con
jeans, bebiendo gin). Ferrater, en efecto, se lo pasaba bien - y algo de ese
pasarlo en grande se vierte a su obra, que nos lo hace pasar bien a los
lectores. Espriu, claro, era un muermo (un ensopit).Martínez dice que entre
los dos se "libró una batallita curiosa". Entre "dos modelos de lengua"
(¿hein?)y entre "dos modelos de literatura e intelectual" (¿hein, hein?).¿Se
imaginan contraponer a Cernuda - moderno- con Guillén - encopetado y puro?
Es desalentador constatar que los topicazos siguen barriendo en cierta
opinión pública. Sólo faltaba añadir que Espriu era un tacaño del copón. O
que el suicidio del de Reus le granjeó algunos lectores morbosos a
posteriori. Ahora bien, Martínez consigue, en su artículo, algo en verdad
muy admirable: disfrazarse de publicista. El producto elegido para su
promoción - Guillem Martínez- se publicita a las mil maravillas. Diciendo
tonterías a troche y moche, pero qué más da. Eso es la posmodernidad, puaj.

Mi Sonar 2006


Lo más destacable de la edición del Sónar (en el título del post no puedo poner acentos) de este año es la bolsa Adidas megafashion que me han regalado al acreditarme. Bolsa que, por cierto, estaba a la venta por 40 euros. Casi nada...
Este regalo ha servido para reparar un agravio que databa del verano del 2000, cuando acudí por primera vez a este festival (de hecho, no he vuelto hasta ahora). Entonces me acredité también, pero no me dieron bolsa, ante mi mayor frustación. La clave, muy sencilla. Entonces era un simple becario de la agencia EFE, y ahora soy redactor jefe de la revista Benzina...
Bien, mi segundo Sónar no ha sido demasiado intensivo. Eso sí, se ha saldado con una considerable jaqueca que me duró un par de días, después de la farra del sábado por la noche (que acabó a altas horas de la madrugada del domingo).
El pasado viernes, a última hora de la tarde, pude escaparme un rato del inminente cierre del nº5 de Benzina y reunirme en el Hall del CCCB con mi colega Albert para ver a los japoneses Hifana, que empezaron su show con considerable retraso, pasadas las nueve de la noche. Unas pantallas iban emitiendo imágenes mientras dos dj's iban a la suya, con unos espectaculares scratches y una percusiones electrónicas. Lo malo es que nos encontrábamos justo al lado de los potentes bafles, y nos tuvimos que retirar a los pocos minutos. Poca cosa más hice, aparte de deambular entre los distintos escenarios del CCCB y MACBA.
Ya más tarde en el polígono Pedrosa, sí que disfruté la actuación totalmente retro de Chic, con su celebérrime "Freak out" que dejaron lógicamente para el final. Como me dijo posteriormente Oscar Broc, "sonaron como una banda de una boda. Solo faltaba el cuñado con la copa y el puro". Hombre, parte de razón tiene, pero el concierto no dejó de ser entrañable. Antes de Chic, asistí también al final del concierto del rapero Rahzel, que no me impresionó precisamente, pese a ser uno de los beatboxers más reputados. Tras Chic, me dirigí a la zona de prensa y allí me encontré con Oscar, con el que fuimos junto a su amiga Sonia Domènech de La Razón a ver el grupillo de raperos apadrinado por DJ Shadow. Psé, ni fu ni fa. A las 5 nos retiramos a nuestras respectivas casas.
Al día siguiente, de nuevo me dejé caer por el Sónar de día, hacia las siete y media de la tarde, y pude ver el final de la genial actuación de los británicos Modified Toy Orchestra, una banda que hace electropop con instrumentos de juguete. Buenísimos. También me di una vuelta por la exposición de vinilos del MACBA (muy recomendable). Y poco más.
A la una de la noche, nada más salir del bus que me llevó al recinto de Montjuïc 2, conocí a Kate, una inglesa de 22 años, a la que había dejado colgada su amigo, y que quería venderme su billete. Le dije que no lo necesitaba, hicimos buenas migas y me quedé el resto de la noche con ella. Su único objetivo era ver la actuación de la DJ francesa Miss Kittin, y durante todo el show, que llego casi a las dos horas, no paró de bailar compulsivamente. Luego nos tumbamos un rato en el césped atificial y nos dirigimos a otro escenario. También nos subimos a los míticos autos de choque del Sónar. Una experiencia curiosa, pues habían muchos que se subían con los cubatas en la mano...
Hacia las 7 de la mañana, cuando el sol ya desplegaba sus primeros rayos, nos largamos de allí. Y adiós muy buenas.

El gafe de Sete


N'hi ha que neixen estrellats. Y uno de ellos, aparte del mítico Frank Spenser de esa maravillosa serie inglesa, es Sete Gibernau. El tremendo accidente que sufrió junto a otros pilotos en el pasado premio de moto GP fue doble: no solo se rompió la clavícula, sino que tuvo la mala fortuna, o el gafe, de que la ambulancia que lo llevaba al hospital colisionase con un autobús a tan solo cincuenta metros de su destino. Como resultado del impacto, Sete cayó de la camilla en la que estaba instalado. Es de risa. Ya sé que no debería hacerme gracia, pero es que algo así solo le podía pasar a Sete.
Veremos si Buenafuente hace hoy algún comentario al respecto. Seguro que sí.

15 de junio de 2006

Hostias benzineras

Jordi Llavina, colaborador de Benzina, escribió ayer en La Vanguardia un artículo titulado "El factor Martínez" en el que ponía literalmente a caldo a Guillem Martínez, también colaborador de la misma revista, por el artículo de este último, "El factor Espriu" (publicado en este número de junio). No tengo en mis manos el artículo de Llavina, pero lo he leído esta tarde, y aseguro que el ataque es demoledor.
Todavía no hay reacciones de Martínez, pero la cosa está que arde...
Continuará.

España joga bonito


Prafraseando el anuncio de Nike, España ha jogado bonito, muy bonito...
¡Que siga! (me niego a entonar el himno mega-cazurro y lamentable "A por ellos.. oeee")

12 de junio de 2006

¡Felicidades Indy!


Hoy se cumplen 25 años del estreno de "Indiana Jones y el templo maldito". Recuerdo haberla visto con seis años en el entrañable cine Urgel. Por descontado, me encantó (y lo sigue haciendo). Sin embargo, no pude ver en el cine su secuela, "Indiana Jones y el templo maldito" pues todavía no había cumplido los 13 años que se recomendaba (y mi padre era muy estricto en esto, pese a que curiosamente también me llevara a ver películas terroríficas como "La profecía" o "Doctor Jeckyll y Mister Hyde" sin tener aún los ansiados 13 años...). En cuanto a la tercera, "Indiana Jones y la última cruzada", la vi en un alborotado cine de Dublín en el último verano que pasé allí estudiando inglés (1989).
Sin duda, como la primera no hay ninguna (y en ésta, sus trepidantes primeros minutos, o los electrizantes del templo de las serpientes). Sorprendre el tono mucho más sombrío de su continuación, aunque es un film igualmente fascinante. El intento de recuperar las esencias en la última parte de la trilogía también tiene su mérito, así como el hecho de mostrar a un joven Indy (encarnado en el malogrado River Phoenix, de lacio flequillo) y al puñetero padre de éste (Sean Connery).
Queda por ver la cacareada cuarta entrega, que, si nada se tuerce, se empezará a rodar en algún momento del año que viene. Después de lustros de guiones rechazados y rehechos, veremos como se mantiene un Indiana Jones por el que sí que pasa el tiempo, pese al envidiable estado de forma de Harrison Ford. ¡Larga vida a Indy!

9 de junio de 2006

Camino a Guantánamo, pasando por Palma


Ayer tarde preferí oxigenar mi cerebro antes que mi cuerpo, y cambié la visita prevista al gimnasio (largamente demorada, todo sea dicho) por "Camino a Guantánamo" en el Renoir Floridablanca. Éste debería ser un film de visionado obligatorio para todo el mundo. Mezcla el relato de tres ingleses de origen Pakistaní que son detenidos en Afganistán, acusados de pertenecer a Al Qaeda y posteriormente trasladados a la temible prisión cubana de Guantánamo, donde se verán sometidos a todo tipo de vejaciones y condiciones inhumanas durante largos meses (como la escena en la celda de aislamiento donde se les tortura atándoles con grilletes al suelo y con música a todo trapo de Cradle of Filth, un grupo absolutamente insoportable). Por supuesto, son inocentes, y al final son liberados sin darles explicación alguna y aún menos admitir el error garrafal...
Ayer también se publicó en El País (y supongo que en el resto de diarios) el informe del Consejo de Europa acusando la connivencia de muchos países europeos (entre ellos España) en el secuestro y deportación de supuestos terroristas islámicos hacia los Estados Unidos por parte de la CIA. El aeropuerto de Palma de Mallorca hubiera servido como escala técnica y de descanso del viaje... Algo que todos los gobiernos europeos implicados han negado categóricamente, por descontado.
Por su parte, Estados Unidos sigue erre que erre con su lucha contra el mal, y ya ha se ha cargado a Abu Musab, capo de Al Qaeda en Irak, con lo que la respuesta de esta organización terrorista no se ha hecho esperar: seguirá la guerra santa.
Una situación lamentable, se mire por donde se mire.

8 de junio de 2006

Móvil nuevo, ¿vida nueva?


Ya tocaba. Esta tarde he adquirido mi cuarto móvil Nokia (nada ni nadie me hará cambiar de marca, más que nada por cuestiones prácticas), un flamante 3220 con cámara integrada. Lo mejor de todo, el precio: unos ridículos 16 euros (su coste normal es de 159) gracias a los puntos que nunca antes había cambiado, y a mi fidelidad a Movistar. Bueno, esto ya parece un anuncio de dicho operador...
Lo dicho, que estoy más feliz que unas Pascuas, aunque mañana tendré que sacar de mi anterior teléfono los números que se habían quedado gravados en la memoria de dicho aparato, así como los datos de la agenda (cumpleaños básicamente). Menudo palo...aparte de tener que hojearme las instrucciones, claro.
He preguntado cuanto costaba el cable para transferir las fotos y vídeos al ordenador y me han dicho que ¡40! euros. De momento, no saldrán del aparato...

4 de junio de 2006

Lo mejor de Hellboy...


...es la preciosa criatura que encarna Selma Blair. La película en general no me ha gustado. El personaje principal es divertido, pero la historia hace aguas por todos lados. Y como no, podemos ver a Santiago Segura en un pequeño cameo (ya hizo uno en Blade 2, también dirigida por Guillermo del Toro). Veremos que tal la segunda parte...

2 de junio de 2006

A la más grande de España


Lo admito, no conozco ni un solo tema de Rocío Jurado, pero me sumo al duelo de la masa española, todavía convulsa por la muerte de la cantante. Increíbles las muestras de cariño y dolor durante todo el día de hoy (y lo que queda por venir). Se fue un mito, y como mito que fue, se despide en olor de multitudes. Esto solo puede pasar en un país como el nuestro... Es la una y media de la noche y sigue el funeral (mediático como pocos), en Chipiona, con especiales en La primera y Telecinco (en Antena 3 han pasado olímpicamente: han emitido "Aquí no hay quien viva" y Buenafuente, como si nada. Feo).
Descansa en paz, Rocío...

Factotum: inmensa


Esta tarde he visto "Factotum", película que se basa en diferentes novelas de Charles Bukowski. El alter ego de este escritor maldito, Henry Chinasky, está magníficamente interpretado por un Matt Dillon enorme, que se merecía una nominación al Oscar mucho más que por su papel en Crash. Impresionantes sus tristes andanzas de escritor borrachuzo, que no se resigna a que le vayan echando de trabajo tras trabajo, esperando a que alguien le dé una oportunidad como reportero que no llega nunca... Lily Taylor y Marisa Tomei, ambas en papeles más que decadentes, también están que se salen. Peliculón, sin ningún tipo de dudas al respecto.

¡A la venta el número 4!


Y además, no se pierdan las críticas de los discos de Pearl Jam y Red Hot Chili Peppers (una de cal y una de arena) a cargo de un servidor, además de las supercríticas de Banessa "Carrie Broc Gutiérrez" Pellisa. ¡A comprarla ya!

Sis a traïció descafeinado


La edición del adictivo concurso de TV3 "Sis a traïció" con famosos tiene el innegable morbo de ver conspirar a famosetes, y de comprobar al final si sus anécdotas son ciertas o falsas. Pero como el dinero del ganador no es para él mismo, sino para la ONG que ha elegido, el final del concurso siempre es de lo más descafeinado: para no quedar mal, los dos últimos concursantes deciden repartirse el premio como buenos hermanos, algo que muy raramente ocurre en los programas con concursantes normales, donde por norma general la avaricia rompe el saco (es decir, los dos participantes traicionan al otro, y se quedan ambos sin nada). Este simple dilema se estudia en primero de Economía, dentro de la Teoría de juegos, y tiene el nombre del "Dilema del prisionero". Si los dos concursantes actúan con racionalidad, tienen más incentivos para traicionar al otro. Cruel, pero real como la vida misma. Pero claro, cuando hablamos de famoso y ONGs, estas reglas ya no se sirven, y todo es bondad y buen rollo. Pero éste no es el espíritu "malrollero" del concurso original...