12 de junio de 2006

¡Felicidades Indy!


Hoy se cumplen 25 años del estreno de "Indiana Jones y el templo maldito". Recuerdo haberla visto con seis años en el entrañable cine Urgel. Por descontado, me encantó (y lo sigue haciendo). Sin embargo, no pude ver en el cine su secuela, "Indiana Jones y el templo maldito" pues todavía no había cumplido los 13 años que se recomendaba (y mi padre era muy estricto en esto, pese a que curiosamente también me llevara a ver películas terroríficas como "La profecía" o "Doctor Jeckyll y Mister Hyde" sin tener aún los ansiados 13 años...). En cuanto a la tercera, "Indiana Jones y la última cruzada", la vi en un alborotado cine de Dublín en el último verano que pasé allí estudiando inglés (1989).
Sin duda, como la primera no hay ninguna (y en ésta, sus trepidantes primeros minutos, o los electrizantes del templo de las serpientes). Sorprendre el tono mucho más sombrío de su continuación, aunque es un film igualmente fascinante. El intento de recuperar las esencias en la última parte de la trilogía también tiene su mérito, así como el hecho de mostrar a un joven Indy (encarnado en el malogrado River Phoenix, de lacio flequillo) y al puñetero padre de éste (Sean Connery).
Queda por ver la cacareada cuarta entrega, que, si nada se tuerce, se empezará a rodar en algún momento del año que viene. Después de lustros de guiones rechazados y rehechos, veremos como se mantiene un Indiana Jones por el que sí que pasa el tiempo, pese al envidiable estado de forma de Harrison Ford. ¡Larga vida a Indy!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿En qué quedamos? ¿Estricto o no?

Anónimo dijo...

Incoherente...