2 de junio de 2006

Sis a traïció descafeinado


La edición del adictivo concurso de TV3 "Sis a traïció" con famosos tiene el innegable morbo de ver conspirar a famosetes, y de comprobar al final si sus anécdotas son ciertas o falsas. Pero como el dinero del ganador no es para él mismo, sino para la ONG que ha elegido, el final del concurso siempre es de lo más descafeinado: para no quedar mal, los dos últimos concursantes deciden repartirse el premio como buenos hermanos, algo que muy raramente ocurre en los programas con concursantes normales, donde por norma general la avaricia rompe el saco (es decir, los dos participantes traicionan al otro, y se quedan ambos sin nada). Este simple dilema se estudia en primero de Economía, dentro de la Teoría de juegos, y tiene el nombre del "Dilema del prisionero". Si los dos concursantes actúan con racionalidad, tienen más incentivos para traicionar al otro. Cruel, pero real como la vida misma. Pero claro, cuando hablamos de famoso y ONGs, estas reglas ya no se sirven, y todo es bondad y buen rollo. Pero éste no es el espíritu "malrollero" del concurso original...

No hay comentarios: