17 de julio de 2009

"Brüno", "Paranoid Park" y "Paintball"


Triplete: tres películas en tres días.
Martes 14, 20h20, Boliche: "Brüno". La nueva comedia de Sacha Baron Cohen. Francamente, me la esperaba mejor. Su precedente, "Borat", es bastante más divertida, aunque no puedo negar que "Brüno" cuenta con algunos momentos memorables. Al menos es un film que va de menos a más. Empieza floja y se va creciendo. Es mucho más guarra, pero dudo mucho que la mayoría de entrevistas sean reales. Es cierto que la lió en un desfile de Agatha Ruiz de la Prada en Milán, pero las escenas finales huelen a falso por todos lados, así como muchas otras. Pese a todo, "Brüno" no deja de ser una crítica desaforada al mundo de la moda y del famoseo, descargando mala baba con los gays y el sexo en general (tremendas las escenas de Brüno, su novio pigmeo y la máquina consoladora, así como la fiesta de swingers...). Quién disfrutó con "Borat" seguramente reirá, el resto se la puede ahorrar. Aunque Sacha siga siendo enorme.

Miércoles 15, 18h20, Verdi Park: "Paranoid Park". Parece que Gus Van Sant le ha vuelto a coger el gusto al cine independiente. Desde la enorme "Elephant" (con la que tiene no pocos puntos en común), el director de Portland ha rehecho su carrera, gracias a films como estos o "Last days". "Paranoid Park" no es una cinta para todos los públicos. Se trata de cine de autor, nada comercial. O sea, los que no aguanten un ritmo pausado, en ocasiones casi onírico, largas secuencias sin diálogos (pero con un uso de la música magistral), que se hagan un favor y se abstengan de verla.
Un servidor, aunque tenga fama de ver solo bazofia comercial yankee, que también, no le hace ascos tampoco a ciertos directores como Van Sant. Éste se muestra totalmente fascinado con el universo adolescente, y prescinde de la narración cronológica para contar una historia que no tiene conclusión. Es lo de menos. Lo importante es el retrato de la solitud de un joven skater ante un terrible suceso. De la incomunicación existente en esta sociedad. Van Sant no juzga al protagonista, aunque por algunos de sus planos, parece que lo idolatre. Un aviso a navegantes: como solo la dan en el Verdi Park, y se ha estrenado con mucho retraso, quién quiera verla que no se cuelgue demasiado, porque no le auguro una larga estancia en la pantalla de Gracia...

Jueves 16, 21h30, Cinesa Diagonal Mar: "Paintball".
Quería ver esta peli por una de mis particulares intuiciones, y no me ha fallado el instinto. Pese a ser tan solo tres personas en la sala, que la dan en pocos cines y en una única sesión (o sea, que apuesto que saltará ya de la cartelera), "Paintball" es una notable y modesta cinta de terror. Es una producción de Filmax rodada aquí, dirigida por el debutante Daniel Benmayor y rodada con actores extranjeros. Pasa íntegramente en un bosque, por lo que se puede colar en norteamérica sin ningún problema. La trama es muy sencilla: unos jóvenes seleccionados para un campeonato de Paintball europeo descubren con horror que alguien les está cazando con balas reales. Y tienen que sobrevivir... Esta cinta tiene ciertos paralelismos con otra gran peli española, "El rey de la montaña", en la que Leonardo Sbaraglia era perseguido, sin entender porqué, por un francotirador en medio de un bosque. "Paintball" asisimismo puede también relacionarse con "Hostel" por una razón que no revelaré para no chafar la sorpresa. Durante toda la proyección te encuentras en tensión, hasta el no menos electrizante desenlace final. El único punto negativo es su nerviosa cámara, que marea bastante. Imagino que el uso de la steadycam sale por un ojo de la cara para tan modesto presupuesto, pero un poco más de "estabilidad" se hubiera agradecido. El resto, se disfruta tanto como una buena cinta de serie B del festival de Sitges.
Y esta tarde, la última de Harry Potter...

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