Gloriosa temporada final de "Six feet under"

Acabo de ver el capítulo final de la quinta y última temporada de "Six feet under" ("A dos metros bajo tierra") y aún estoy con la lagrimilla colgando. Qué buena es esta serie. Sin dudarlo un ápice, ésta es la mejor y la más dramática de estos cinco años. Y la más deprimente, también.
Lo que comenzó como una comedia negrísima, empezó a derivar hacia el drama en su tercera entrega. Y desde entonces, las cosas cada vez han ido peor para la familia Fisher. Pero como cualquier cosa en la vida, todo llega a su fin, y que mejor que acabar la serie en plena gloria, sin que haya ningún rastro de decadencia en ella. Añoraré y mucho las desventuras, los problemas y las neuras de esta familia y de sus allegados. Tan solo un pero: los minutos finales del último capítulo (no revelaré nada) se los podían haber ahorrado. Francamente, desentonan un poco con el tono dramático de la serie, aunque no dejan de ser típicamente americanos y según como tienen su gracia.
En definitiva, ésta es una serie a recuperar para aquellos que no la conozcan, quizás una de las mejores que se hayan hecho nunca para televisión.
Yo me he tragado los 12 episodios en tres días, en tandas de cuatro, lo que creo que ha hecho la experiencia mucho más intensa (y me congratulo de ello). Gracias Alan Ball, por haber creado algo tan maravilloso. Me voy a dormir.