Me acaba de llegar un mail de la promotora Gamerco anunciando que mi adorado Chris Cornell será el artista invitado del próximo concierto de mi también estimado Lenny Kravitz, el próximo 8 de julio en Badalona.
Si nos dejamos guiar por las reglas del mercado, tiene lógica que Cornell haga de telonero de Kravitz. La carrera del primero, tras la disolución de los míticos Soundgarden y los no menos recomendables Audioslave, no pasa precisamente por su mejor momento. Y su segundo disco en solitario no es todo lo bueno que debiera ser, viniendo de un genio como él.
Por su parte Kravitz sigue instalado entre los superventas, pese a llevar bastante tiempo sin grabar. Pero su nuevo álbum, "It is time for a love revolution" es de lo mejorcito que ha hecho desde su ya lejano "Mama said". Un disco muy rockero y con grandes temas. Pero su reputación ya no es la que era, y pende sobre él un aura de artista de masas trasnochado que no se corresponde con la realidad.
En fin, el caso es que seguro que más de uno asistirá al concierto del 8 de julio solo por ver a Cornell. Y creo que este último no debe sentirse demasiado honrado de su papel de secundario, pero es lo que hay.
Yo en todo caso disfrutaré con los dos. Y sin prejuicios.
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