25 de octubre de 2014

Elefantes marinos y ballenas

Escribo desde Puerto Madryn, en el noreste de la Patagonia. Llegamos ayer en un vuelo de madrugada. Pero antes explicaré lo que hicimos anteayer en Buenos Aires. Por la mañana desayunamos en otro café vecino, y con Fabiana caminamos hasta el Monumental, el cercano estadio del River Plate. Desde allí tomamos un taxi hasta el cementerio de La Recoleta, donde hicimos un interesante tour guiado por sus bellísimos panteones (vimos, entre otras, la tumba de Evita Perón). Después de probar en una terraza vecina una pequeña selección de distintas cervezas, recorrimos a pìe las calles vecinas y tomamos un taxi hasta el barrio de Palermo. Allí comimos una carne excelente en el restaurante La Cabrera, y luego fuimos de tiendas por allí (hay muchísimas, y muy chulas). Yo finalmente encontré la tienda New Balance que buscaba y me compré unas bambas. De regreso a casa, caminamos un rato hasta coger el metro. Cenamos en casa de Norberto y Dina, con la hermana de Fabiana (y ésta), su marido y sus hijos. Esa noche había partido del River, y al volver a casa tras la cena pudimos escuchar el estruendo provocado por un gol de los locales en los últimos minutos.
Dormimos muy poco, pues a las tres nos pasó a recoger un taxi para llevarnos al aeropuerto, esta vez el que se encuentra dentro de la ciudad. Llegamos con demasiada antelación y tuvimos una hora antes de embarcar. A la llegada a Trelew, a las 7h30 de la mañana, notamos la bajada de la temperatura respecto a la capital. Nos recogió un minibus para llevarnos al hotel La Posada, muy bonito pero un poco alejado del centro (a 2 km). Como la habitación no estaba lista hasta las 15h, desayunamos y nos estiramos en las tumbonas del bonito jardín un par de horas. Luego caminamos hasta el centro, y contratamos una excursión el próximo domingo por la mañana para hacer snorkel con lobos marinos. Comimos en el restaurante Plácido, que nos había recomendado el guía que nos recogió en el aeropuerto. Yo una caldereta de pescado buenísima, y Lidia un pescado excelente. Lo más curioso es que la puerta del lavabo del local, muy refinado, estaba medio rota y por poco se cae abajo...
Regresamos en taxi al hotel e hicimos una buena y reparadora siesta. Luego cenamos en el restaurante del centro los Buenos Hermanos, un arroz con pescado tremendo. Y regresamos al hotel pronto pues estábamos cansados y hoy también madrugábamos.

Esta mañana hemos salido hacia Península Valdés a las 7h30 de la mañana. La excursión contratada nos ha llevado primero a ver elefantes marinos, una pasada, en la playa de Punta Delgada. Tras comer, hemos llegado hasta Puerto Pirámides, donde hemos embarcado para ver ballenas. Y hemos visto unas cuantas desde bastante cerca, aunque he encontrado la experiencia demasiado turística y un pelín agobiante por exceso de personas. A la vuelta hemos cenado fatal en el restaurante El Almendro.

Mañana visitaremos la pinguinera y el domingo haremos snorkel con los lobos marinos, y después regresaremos a Buenos Aires (para volver a marcharnos el dia siguiente a El Calafate). Aquí en Puerto Madryn hace muy buen tiempo pero mucho viento: el sol pica, pero también hace fresco. La Patagonia es un lugar bellísimo. No puedo colgar fotos porque el wifi no tira...





 

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