Vuelvo de ver el documental "This is it", recién estrenado hoy mismo y que se proyectará únicamente dos semanas (cosa rara, claramente un truco de marketing). Se vendían entradas anticipidas desde hace días, pero en la sala 5 del Lauren Sant Andreu a las 18h15 de la tarde éramos cuatro gatos.
"This is it" tiene el morbo de mostrar los ensayos de la gira de 50 bolos londinenses de Michael Jackson que deberían haber empezado el pasado 13 de julio y finalizado en marzo del 2010.
La muerte de éste, el pasado 25 de junio, truncó el espectáculo.
Pero la pela es la pela, y lo que en principio eran grabaciones para el uso y disfrute personal del artista, se ha acabado exhibiendo para todo el mundo.
En primer lugar, los no fans de Jacko pueden abstenerse tranquilamente, pues en las casi dos horas de metraje únicamente se ven fragmentos de la fallida gira.
Sin embargo, todo aquel que sienta un mínimo interés por la figura de Jackson apreciará el making off que supone "This is it". Quizás se podía haber aligerado una media hora la cinta, pero en líneas generales, cumple sobradamente con su objetivo.
Jackson se revela en plena forma, aunque en los huesos, y sorprende todavía más su traumática muerte. No faltan ninguno de sus éxitos, y tanto los músicos como los bailarines que le hubieran acompañado tenían un gran nivel.
Intuyo que los bolos hubieran sido un bombazo, y me lamento de no haberlo visto ninguna de las dos veces que pasó por Barcelona (la primera, en el Camp Nou, era demasiado joven).
"This is it" quedará para siempre como algo para recordar al rey del pop, que en paz descanse.
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