Nuevas temporadas de mis series favoritas

En este mes de septiembre han vuelto la mayoría de mis series americanas favoritas. Algunas siguen igual de bien, otras han perdido claramente el norte.

Dexter (4ª temporada): hace semanas se filtró (interesadamente, por descontado) el primer capítulo de su nueva temporada. Tras tres entregas inmejorables, la nueva dirección que apunta no pinta nada mal. Y su tremebundo final puede tener consecuencias muy graves para nuestro psicópata favorito...

Californication (3ª temporada): no puedo decir lo mismo de mi también querido Hank Moody. El primer capítulo (también filtrado en pre-air junto al segundo) no me impresionó, al revés que su fulgurante inicio de temporada anterior. Por suerte, la cosa mejora en el segundo. El bueno de Hank sigue haciendo de las suyas, pese a ser ahora un díscolo profesor universitario... Y Evan Handler sigue en estado de gracia.

Mad Men (3ª temporada): ganadora de nuevo al Emmy a la mejor serie dramática, esta estupenda obra ya va por su séptimo capítulo (llevo vistos seis). Y puedo confirmar que sigue en estado de gracia. Jon Hamm vuelve a ser el HOMBRE por excelencia, sin desmerecer en absoluto a sus compañeros de reparto. Aires nuevos corren por la agencia Sterling Cooper, y la trama se hace si cabe todavía más apasionante. Imprescindible.

Entourage (6ª temporada): otra serie que nunca falla. La fascinación del mundo de Hollywood, de la fama, del dinero y del sexo. El sueño americano en definitiva. Llevo vistos ocho capítulos hasta ahora, y todos ellos me han hecho babear de felicidad. Entourage es enorme, y parece que tiene cuerda para rato. Un pecado el que no la haya visto todavía...

Heroes (4ª temporada): la decepción más absoluta. Su primer capítulo es lo más aburrido que he visto en mucho tiempo. El segundo mejora un poco, pero sigue sin convencer. Esperemos que sea como en su segunda temporada, que fue de menos a más, pero en mi opinión esta serie está realmente acabada. Si la veo, es por puro vicio, pero no se lo merece.

Mujeres desesperadas (6ª temporada): acabo de ver su primer capítulo, que sigue siendo tan bueno como todas sus entregas anteriores. Al igual que Dexter, Entourage o Mad Men, esta serie es un valor seguro. Incluso mejora a medida que pasa el tiempo, como el buen vino. En esta temporada conoceremos a una nueva pareja de vecinos, con un hijo digamos que problemático... Pese a la desaparición de la pérfida Eddie, estoy seguro que vamos a disfrutar muchísimo con las desventuras de estas amas de casa.

Sons of anarchy (2ª temporada): la revelación de la pasada temporada sigue siendo una gozada. Harley Davidsons, moteros, bandas enfrentadas, y un Henry Rollins como invitado especial haciendo de neonazi. Otra recomendación ineludible.

Todavía no he podido descargarme el primer capítulo de The Office (6ª temporada), ni de Curb your enthusiasm (7ª temporada), pero intuyo que dada la grandísima calidad de estas comedias, estarán a la altura de siempre. De 30 Rock (4ª temporada) ya no me espero tanto, pese a volver a arrasar en los Emmy.

En octubre vuelve mi ansiada Nip Tuck (6ª temporada), y un poco más adelante la también excelente Damages (3ª temporada). Y habrá que armarse de paciencia hasta el próximo enero para gozar de las gloriosas 24 (8ª temporada) y Lost (6ª y ÚLTIMA -snif- temporada). Y un poquito más para extasiarse con Big Love (4ªtemporada).

Gun y Living Colour, el retorno de dos viejas glorias

Es curioso, en poco menos de dos meses pasarán por aquí dos grupos muy distintos, pero que llegaron a tener cierta resonancia a finales de los ochenta y principios de los noventa. Son los escoceses Gun y los norteamericanos Living Colour. Ambos desaparecieron de la faz de la tierra a mediados de la pasada década, y ambos se han reunido hace poco.
A los de Glasgow los descubrí en su excelente debut "Taking On the World" (1989), que me compré en cassette. Tras su segundo álbum, "Gallus" (1992), igualmente notable, les vi en un memorable concierto de Zeleste 2. Su cantante Mark Rankin, acabó colgado del techo y si no recuerdo mal, se grabó un videoclip en directo dado el gran ambiente que reinaba en la sala. Tres años más tarde, volvieron con "Swagger", un álbum sorprendente y semifallido, en el que cambiaban de registro a cada canción (incluso en alguna parecían Rage Against The Machine...), dejando de lado el glorioso hard rock de sus inicios. Era la señal de que empezaban a perder el rumbo... Su bolo de presentación, ya en Zeleste 1, no llegó al nivel del precedente.
Y en 1997 se descolgaron con un gran despropósito titulado "0141 632 6326", producido por Andrew Farris (teclista de INXS), y en el que abandonaron definitivamente el rock con mayúsculas para adentrarse en el pop más comercial y moñas. Incluso su cantante sufrió un cambio de look radical: adiós melenas y bienvenido el tinte rubio platino... Sin comentarios...
Pero el año pasado Gun se reactivó, sin su cantante original, y el próximo 25 de octubre visitarán la sala Salamandra de Hospitalet. Imagino que acudiré a la cita, y reconozco que por pura nostalgia. Espero que los hermanos Gizzi, únicos miembros originales, no me decepcionen...



Otro cantar son Living Colour. Los de Nueva York son un cuarteto de rock alternativo negro. En 1990 no dudé en hacerme con su segundo elepé, el excelente "Time's up" (también en cassette), y acudí a su enorme bolo en Zeleste 1, en junio de 1991. Era mi tercer concierto (el primero fue en noviembre de 1990, INXS, en el Palacio de los Deportes. Desde entonces ha llovido muchísimo...) y lo disfruté como pocos. Pero me perdí su siguiente bolo, donde presentaron en la misma sala su brillante "Stain" (1993). Tras este disco se separaron, hasta que hace seis años editaron el malísimo "Collideoscope", una lacra en su carrera.
El año pasado volvieron por Barcelona, pero no me enteré y me los perdí. Ahora tienen previsto tocar el 16 de diciembre, pero en Terrassa, por lo que si alguien tiene previsto acudir y dispone de vehículo propio, un humilde servidor se lo agradecería enormemente. Presentarán su próximo disco, "The Chair in the Doorway", que no he escuchado todavía. Por el setlist que he visto de esta actual gira, donde tiran sobre todo de viejos clásicos, la actuación huele a memorable... Y me quiero quitar la espina del año pasado...

Coldplay: crónica de un despropósito

El pasado viernes estuve en el Estadio Olímpico intentando escuchar a Coldplay. Digo intentando, porque los garrafales problemas de sonido que hubieron no tienen perdón de Dios. Primero, porque en un superespectáculo de este calado (50 euros valía la entrada, sold out por cierto) no pueden pasar estas cosas. Segundo, porque la actuación ¡se grababa! para un futuro DVD, que ya veremos si sale a la venta (seguramente sí, se puede hacer maravillas en edición).

Siguiendo el modelo de crítica al concierto de Madonna que hizo el amigo Rocks en su blog, pasaré a detallar los sms que envié a diversos amigos durante el bolo:

21h53: Comenzamos mal, con problemas de sonido

22h22: Qué putada los problemas de sonido para la grabación del DVD

22h37: Qué vergüenza los problemas de sonido de Coldplay. Al fondo no se oye, y todo el mundo pitando. El DVD no sale ni de coña

22h40: Y el cantante preguntando qué tal y todo dios gritando "No se oye". Nunca había visto algo igual. Lamentable

23h10: Están pinchando un "Viva la vida" de verbena esperando el bis. Esperpéntico

Mi indignación y la de miles de asistentes fue tal que ya se han promovido iniciativas por internet para pedirle al grupo que o nos devuelvan el dinero, o hagan un concierto gratuito en la ciudad (de hecho, ya lo hicieron, en el Espacio Movistar, hace poco más de un año).
El cantante Chris Martin (marido de Gwyneth Paltrow, que estaba presente en el palco) se disculpó de los problemas en el último bis, y de paso anunció que regalarían un CD a la salida. No sé si ya se tenía previsto hacerlo, o fueron las quejas las que lo motivaron... El compact en cuestión son 9 temas en directo, y hubieron ondonadas de ostias para conseguirlo (¿por qué en vez de dejarlos tirados en cajas no se los dieron a los guardias de las puertas?).

Volviendo al concierto, éste supuso un típico ejemplo de show para las masas. Pantalla gigante, diversos miniescenarios, lluvia de confeti (en forma de mariposas), fuegos artificiales, mesianismo por doquier...
Francamente, disfruté más con unos Coldplay de su segundo disco en la sala grande de Razzmatazz. Suerte que Chris Martin aguantó el tipo como pudo, y al final les salió un bolo apañado, pero lo del sonido no tiene excusa. Me gustará ver como eliminan en el DVD los silbidos del público, aunque se ha de reconocer que, con cuatro discos publicados, el grupo tiene un señor repertorio (no faltó una versión en acústico del "Billie Jean" de Jacko). Una pena lo del sonido (3 o 4 "crujidos" en distintos momentos, así como una bajada de sonido parcial en un par de temas) porque sino el triunfo hubiera sido total. La próxima vez, mejor que no anuncien lo del DVD...